La historia de cómo Beatriz de York le cortó la cara con una espada a Ed Sheeran

“Ed Sheeran había sido invitado a cenar como invitado de Beatriz de York. Todos se sentaron y había unos 20 invitados, incluidos Sarah Ferguson y James Blunt con su esposa Sofia Wellesley. A medida que avanzaba la noche, empezaron a hablar de honores y aparentemente Blunt bromeó diciendo que le encantaría un título de caballero”, publicó The Sun en 2016 sobre la cena en que ocurrió el accidente.

“Beatriz dijo en broma que podía arreglarlo y fue a buscar una espada ceremonial. Como estaba en buena forma, sostuvo la espada sobre él (Blunt) y dijo ‘Levántate Sir James’, como haría su abuela en el Palacio. Pero debió haber calculado mal el peso y, en lugar de golpearle ligeramente en el hombro, balanceó la espada hacia atrás, sin saber que Ed (Sheeran) estaba parado justo detrás de ella. La hoja le cortó la cara y se quedó a solo unos centímetros de su ojo derecho”, revelaron desde el citado medio.

La anécdota que no pasó a mayores salió a colación en una entrevista del tabloide británico The Telegraph a Stuart Camp, mánager del cantante británico, en octubre de 2020. El representante de Ed Sheeran confirmó que la historia realmente ocurrió y también reveló porqué nunca habían confirmado que fue Beatriz de York la que cortó accidentalmente la cara del artista hace ya cinco años.

“Me volví bastante protector con eso. Porque nunca lo hemos comentado públicamente. Pero algunas personas dijeron: ‘Oh, deberías mentir y decir que no fue ella y decir que fue otra persona’”, reveló Camp, que no tuvo buenos comentarios para la hija de el príncipe Andrés y Sarah Ferguson.

“Yo dije entonces: ‘Bueno, no le vamos a decir nada a nadie. No voy a mentir, solo porque alguien sea idiota’”, añadió el mánager del cantante, que aseguró que ni Ed Sheeran ni él han “vuelto a saber de ella desde entonces”.

El cantante pudo haber perdido un ojo si hubiera tenido peor suerte, Sheeran ya se refirió al accidente sin dar nombres tiempo atrás, cuando admitió que fue todo un accidente y terminó con la camisa “completamente cubierta de sangre” y sin tener demasiada noción de qué le había sucedido.