/getHTML/media/1234452
Junta de Fiscales Supremo se pronuncia contra ley PL del Congreso
/getHTML/media/1234409
Lucio Castro: "Si no aumentan el presupuesto para Educación pediremos la renuncia del Ministro"
/getHTML/media/1234351
Top 5 restaurantes favoritos de Laura Graner en el Jirón Domeyer en Ciudad de Cuentos
/getHTML/media/1234411
¿Qué esta pasando con el fundador de Telegram, Pavel Durov?
/getHTML/media/1234257
Jorge Zapata de Capeco sobre creación del Ministerio de Infraestructura: "El Gobierno da palazos de ciego"
/getHTML/media/1234214
Alfredo Thorne sobre Petroperú: "Tienen que concesionar lo que le queda"
/getHTML/media/1234250
Nancy Arellano sobre Venezuela: "10 millones de venezolanos migrarían si Maduro continúa"
/getHTML/media/1234107
Abogado de agente 'culebra': "A mi cliente lo tienen trabajando en una comisaría"
/getHTML/media/1234108
Luis Villasana sobre Venezuela: "La presión internacional hará salir a Nicolás Maduro"
/getHTML/media/1234101
¿Quién tiene más poder en el país el Congreso o Dina Boluarte?
/getHTML/media/1233971
Peruanos pagaremos 120 soles mil soles por la defensa legal del ministro del Interior Juan José Santiváñez
/getHTML/media/1234112
El Banco de Crédito abrió su convocatoria al programa Becas BCP
/getHTML/media/1233958
Carlos Basombrío: "Dina Boluarte tiene un ministro a su medida"
/getHTML/media/1233955
Catalina Niño de Grupo OMG: ¿Cómo es el consumidor peruano?
/getHTML/media/1233583
¿Cuál es el superhéroe favorito de los peruanos? en Ciudadanos y Consumidores
/getHTML/media/1233584
Premios SUMMUM: Patricia Rojas revela nueva categoría
/getHTML/media/1233332
Futuro de Nicanor Boluarte en suspenso
PUBLICIDAD

Fabricantes de góndolas de Venecia en sus horas más complicadas [FOTOS]

En Venecia, tan solo quedan unos cuantos, instalados en algunos rincones de la laguna. Los “squeri”, pequeños astilleros donde se construyen las famosísimas góndolas, esperan que vuelvan los turistas para darle un poco de impulso a su actividad ancestral.

Imagen
Dos constructores de góndolas son fotografiados trabajando en un proyecto en el astillero Roberto Dei Rossi, en Venecia, mientras el país alivia su confinamiento debido a la pandemia del COVID-19. (MIGUEL MEDINA / AFP)
Imagen
Roberto Dei Rossi y Simone Vecchiato son fotografiados mientras instalan un arco de góndola en el astillero Roberto Dei Rossi, en Venecia. (MIGUEL MEDINA / AFP)
Imagen
Un constructor lija una góndola en el astillero veneciano Roberto Dei Rossi, en Venecia. Los fabricantes de góndolas hechas a mano continúan trabajando en Venecia, gravemente afectados por inundaciones históricas del año pasado y la pandemia del COVID-19.
Imagen
Elena y Elisabetta Tramontin, nietas del famoso fabricante de góndolas veneciano Domenico Tramontin, posan en el histórico astillero Tramontin y Figli, en Venecia. (MIGUEL MEDINA / AFP)
Imagen
Fotografía que muestra herramientas de fabricación y muestras de madera en el histórico astillero Tramontin y Figli, en Venecia.(MIGUEL MEDINA / AFP)
Imagen
La imagen muestra el histórico astillero Tramontin y Figli, ubicado en Venecia, y que ha estado fabricando góndolas desde 1884, reconocidas por su facilidad para remar. (MIGUEL MEDINA / AFP)
Imagen
Elisabetta Tramontin lija una góndola en el histórico astillero Tramontin y Figli, en Venecia. (MIGUEL MEDINA / AFP)
Imagen
En la imagen se aprecian las góndolas antes solicitadas por los miles de turistas que visitaban Venecia, hoy lucen amarradas y vacías. (MIGUEL MEDINA / AFP)
Imagen
Dos constructores de góndolas son fotografiados trabajando en una góndola en el astillero Roberto Dei Rossi, en Venecia. (MIGUEL MEDINA / AFP)
Fecha Actualización
Venecia [AFP].-En Venecia, tan solo quedan unos cuantos, instalados en algunos rincones de la laguna. Los “squeri”, pequeños astilleros donde se construyen las famosísimas góndolas, esperan que vuelvan los turistas para darle un poco de impulso a su actividad ancestral.
De la multitud que poblaba Venecia en los tiempos del pintor Canaletto, conocido por sus panoramas de la Senerísima del siglo XVIII, solo han sobrevivido cuatro “squeri”, y todos están paralizados o casi desde que la pandemia del coronavirus dejó a la ciudad sin sus emblemáticas góndolas.
Venecia sin sus góndolas es sombría, no tiene sentido”, comenta entristecido Roberto Dei Rossi, uno de los pocos carpinteros que mantienen viva la tradición de los “squeraoili”, los constructores de esas barcas negras y alargadas, únicas en el mundo.
“Cada vez que boto una nueva, es como asistir a un nacimiento, es mi creación”, dice sonriendo el veneciano de 58 años, que afirma construir cuatro o cinco góndolas al año, completamente a mano. A cada una le dedica unas 400 horas de trabajo.
Hasta Versalles
Las embarcaciones se componen de 280 pedazos de madera de ocho clases distintas (roble, alerce, nogal, cerezo, tilo, cedro, caoba y pino) y dos piezas metálicas situadas en la proa y en la popa. Miden 10,8 metros de largo y 1,38 metros de ancho, y pesan 600 kg.
Sus compradores son casi exclusivamente gondoleros, que pagan entre 30.000 y 50.000 euros por su herramienta de trabajo, dependiendo de los acabados. La góndola se fabrica a medida, en función del peso de cada uno.
“Pero ha habido unos pocos aficionados que nos hicieron encargos, en Estados Unidos, Alemania y Japón”, precisa Roberto Dei Rossi.
Cuenta la historia que algunas fueron regaladas, con el gondolero incluido, por el dogo al rey Luis XIV de Francia para la "flotilla real", que recorría a finales del siglo XVII el gran canal del palacio de Versalles.
El grueso de la flota navega ahora por los canales de Venecia, impulsados por el remo de los cerca de 400 gondoleros (su número es limitado), contratados por oposición. La licencia de navegador se obtiene a través de la alcaldía.
Pero ahora, privados de las parejas de enamorados a causa de la crisis sanitaria, y tras la crecida histórica de finales de 2019, que ya golpeó de lleno al turismo, los gondoleros están pasando por horas bajas, y las máscaras que tienen que llevar no se parecen en nada a las del carnaval, tan llamativas y coloridas.
Maestros del hacha
Este largo periodo de paro forzado tuvo repercusiones en la actividad de los astilleros, donde también se reparan las góndolas.
Es el caso del “squero” Tramontin, situado a orillas del canal Ognissanti. Es el taller más viejo de Venecia todavía en funcionamiento, y de él se encargan dos hermanas desde que en 2018 murió su padre Roberto, heredero de una dinastía de “squerarioli” fundada por su bisabuelo en 1884.
“Sin papá aquí, faltaba lo más importante. Así que hubo que reinventarse, pero con paciencia lo lograremos”, explica a la AFP Elena Tramontin, de 33 años, que quiso hacer perdurar la saga familiar junto a su hermana pequeña Elisabetta.
Ni una ni otra pensaban que acabarían dedicándose al oficio del padre, pero enfrentaron el reto rodeándose de la experiencia de los "maestri d'ascia" (maestros del hacha), los carpinteros expertos en darles vida a las góndolas, de los que cada vez quedan menos.
“Mi hermana se ocupa de las relaciones públicas, de la parte cultural de la actividad, que es importante, y yo me dedico a pintar y hago algunas reparaciones pequeñas en los barcos. Para el resto, intentamos dar el máximo trabajo posible a los artesanos de nuestro entorno”, apunta Elisabetta, de 30 años.
“Con este oficio no te haces rico, hay que tener pasión, pero ta da muchísimas satisfacciones”, añade la graduada en escultura, decidida a perpetuar la memoria de su padre y a trabajar para que la Casa “Tramontin e hijos” se convierta en “Tramontin e hijas”.
ESTE VIDEO TE PUEDE INTERESAR
Capturan a supuesto asesino de Jannette Mallqui. (Video América TV)
TE PUEDE INTERESAR