/getHTML/media/1229589
Carlos Paredes: ’’Es una posibilidad vender la Refinería de Talara’’
/getHTML/media/1229553
Mensaje a la Nación de Dina Boluarte por Fiestas Patrias
/getHTML/media/1229543
En breve Mensaje a la Nación de Dina Boluarte por Fiestas Patrias 2024
/getHTML/media/1229522
Se realiza la Misa y Te Deum por Fiestas Patrias
/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

No comer carne, no bailar, no jugar y otras antiguas tradiciones por Semana Santa

La Semana Santa es una de las festividades religiosas y culturales más importante del calendario cristiano; sin embargo, con el paso de los años -a los que se sumó la pandemia por el COVID-19- muchas de las costumbres o tradiciones familiares que practicaron nuestras abuelas y padres en estas fechas han quedado en el baúl de los recuerdos. A continuación algunas de ellas:

Imagen
Damas limeñas con elegantes mantillas en misa de Domingo de Ramos, el 11 de abril de 1965. (Foto: Archivo Histórico El Comercio)
Fecha Actualización
La Semana Santa es una de las festividades religiosas y culturales más importante del calendario cristiano; sin embargo, con el paso de los años -a los que se sumó la pandemia por el COVID-19- muchas de las costumbres o tradiciones familiares que practicaron nuestras abuelas y padres en estas fechas han quedado en el baúl de los recuerdos. A continuación algunas de ellas:
Traje oscuro y mantilla
En las primeras décadas del siglo XX en Lima y otras ciudades del país los creyentes recorrían en Semana Santa las siete iglesias con una vestimenta formal. Los hombres vestían terno negro y las mujeres en su mayoría un vestido oscuro también, pero además llevaban mantillas (velos bordados) sobre la cabeza y rosarios en la mano. Esto en señal de duelo por la muerte de Jesucristo.
Ni risas ni juegos
Resaltan las crónicas periodísticas que los limeños vivían la Semana Santa dedicados solo al rezo y a la meditación. Se consideraba pecado u ofensa el reír, cantar, jugar, reñir, hacer travesuras, ingerir bebidas alcohólicas y hasta levantar la voz.
El máximo silencio y recogimiento llegaba a las 3 p.m. del Viernes Santo, hora en que de acuerdo a la Biblia murió Jesús en la cruz. También se escuchaban matracas de madera en señal de duelo.
A los niños se les narraba en las casas los pormenores de la Última Cena, la Oración del Huerto y los demás episodios de la Pasión del Redentor.
Solo música clásica y películas religiosas
El silencio se apoderaba de la capital a partir del mediodía del Jueves Santo. “Todos evitaban hacer el menor ruido e incluso los animales de carga caminaban por las calles con los cascos forrados con tela”, relata una nota de archivo.
No funcionaban teatros ni otros espectáculos; cerraban los bares y restaurantes y los mercados solo funcionaban hasta las 8 a.m.”, se contaba también.
La solemnidad de la fecha era vivida con música clásica que transmitían las emisoras radiales y con películas sobre la vida de Jesús en los cines y canales de televisión. Entre ellas Jesús de Nazareth, Ben-Hur, Espartaco, Los diez mandamientos, Quo Vadis o Barrabás, aunque estas últimas son más recientes.
Algunos cines también llegaron a poner en cartelera películas mudas relacionadas a la pasión de Jesús.
No se podía comer carne
El Jueves y Viernes Santo era impensable comer carnes rojas. ¿Qué se comía? El bacalao de Noruega estaba en casi todas las mesas, así como los dulces de Semana Santa, entre ellos el frejol colado y el dulce de higo.
El duelo y el recogimiento terminaba al día siguiente, es decir el Sábado de Gloria. Para ese día festivo la tradición era preparar un banquete especial a base de cerdo o el tradicional sancochado.
Esta comida especial se compartía en familia, pero en algunas partes del interior del país, en la sierra por ejemplo, la tradición era enviarle lo preparado a los vecinos o amigos. Esta costumbre se practica hasta ahora en algunos lugares durante la Semana Santa.
El bullicio también se volvía a apoderar de las calles el Sábado de Gloria. “Los pregones de tamaleras, humiteras y tisaneras, entre otros, volvían a escucharse en las calles, mientras que en las plazuelas las alegres notas de la zarzuelas de moda eran interpretadas por las bandas militares”, relataban las crónicas periodísticas.
VIDEO RECOMENDADO