Elecciones Municipales 2018: Lima, entre el caos y los retos

Llegó la hora de reflexionar, de hacer un análisis, de tomarse un tiempo para razonar objetivamente. Llegó el momento de dejar de lado las preferencias políticas y de pensar si realmente, en estos últimos cuatro años, Lima, la capital del Perú, la tres veces coronada Ciudad de los Reyes, ha tenido alguna mejora o algún cambio radical a favor de la calidad de vida de sus vecinos. Hay que ver, también, cómo la va a encontrar el nuevo burgomaestre, al que elegiremos este domingo 7 de octubre.

“Considero que el nuevo alcalde encuentra a la ciudad sin mucho avance, lo que hace que tenga grandes retos por atender”, señaló Mariana Alegre Escorza, abogada, magíster en Diseño de Ciudades y Ciencias Sociales y coordinadora general del observatorio ciudadano Lima Cómo Vamos.

Para la experta, esto se debe a que los temas más importantes para la gente, que tienen que ver con la seguridad ciudadana, con el transporte público, con el medio ambiente y con la corrupción, “no se han podido atender. No se reconoce transparencia en el gobierno metropolitano”.

Citó, como ejemplo, lo que ha ocurrido con la denominada reforma del transporte. “No hay mayor avance. Por el contrario, se ha retrocedido. Lo mismo sucede con los temas ambientales, en los que no ha habido una cosa concreta o evidente que uno diga que está encaminada”, afirmó.

Aseguró, también, que ha faltado liderazgo metropolitano para hacer frente a diversos problemas, como el de la inseguridad.

“No se ha visto un liderazgo metropolitano, que le permita articular con los gobiernos locales (con los distritos) independientemente del partido político con el que entraron. Eso permitiría un gobierno de la ciudad de manera integral y organizada, que es lo que nosotros, como ciudadanos, necesitamos”, recalcó.

En opinión de Mariana Alegre, el principal problema de la ciudad –por encima de la inseguridad– es el transporte, sobre todo el transporte público. “Esto se resuelve a través de un sistema articulado e integrado que involucra un modelo de gestión vial y un modelo de gestión del sistema. Se incluye aquí al Metropolitano, al Metro, al transporte tradicional, a la reforma del transporte y a los modos que existen paralelamente como los mototaxis y colectivos”, precisó.

El otro gran problema es la falta de planificación y de desarrollo urbano. “Eso se nota en cómo vivimos, en las casas que tenemos y en dónde están las cosas que necesitamos. Afecta todo: la seguridad, la movilidad, la calidad de vida en el sentido más amplio”, refirió.

¿Y qué le recomienda Alegre al nuevo alcalde? “Que sea humilde, que no sea personalista y que decida propiciar una mejor ciudad, más allá de él y de sus intereses partidarios o aspiraciones políticas. Que rescate lo que ya se ha avanzado a diferentes niveles y periodos. Que construya, junto con los ciudadanos, una visión de ciudad a la cual ir”.

La especialista dice que nadie puede transformar la ciudad en cuatro años. Pero sí puede dejar cosas para que se ejecuten a largo plazo. O sea, este 7 de octubre, no hay que votar por un advenedizo, sino por alguien que realmente esté interesado por la ciudad y por sus vecinos.