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Angélica Jiménez sobre SL: "Ni pagando con sus vidas lograrían compensar el mal que han hecho"

Luego de 26 años, una de las víctimas del atentado de Tarata encuentra tranquilidad y justicia tras la sentencia de cadena perpetua a Abimael Guzmán y la cúpula de Sendero Luminoso.

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Patricia Jiménez, sobreviviente del atentado de Tarata.
Fecha Actualización
Desde un salón de clases, Angélica Jiménez se entera que por fin se hizo justicia. Una sentencia que tardó 26 años en llegar y que hoy le devuelve un poco de tranquilidad a su alma tras los traumáticos hechos que vivió la noche del 16 de julio de 1992 en la cuadra 2 de la calle Tarata.
Las memorias de las 25 víctimas aún siguen impregnadas en su retina. Su voz entrecortada delata que la experiencia sigue latente: aún respira el polvo y su cuerpo sigue sintiendo las heridas.
Temía que el Poder Judicial no emita una sentencia consistente. "Después de haber sido testigo de las indemnizaciones a terroristas que habían hecho tanto daño, todos estábamos muy nerviosos al pensar que podría otra vez caerse en un veredicto completamente descabellado como los que ya hemos visto", refirió a Perú21.
Cadena perpetua para Abimael Guzmán y toda la cúpula de Sendero Luminoso. "No podía ser de otra manera", acota. Ahora ella encuentra un poco más de paz en su ser, sobre todo luego de las consecuencias que acarreó el atentado sobre sus dos menores hijos, especialmente en Sebastián, el último, quien aún estaba en su vientre el día de la explosión.
"(Sebastián) es una víctima de la maldad de estas personas", subraya.
Critica el tiempo que ha tenido que transcurrir para que se de este fallo y sostiene que no habrá pena que pueda cumplirse ni en esta vida o en la otra para subsanar el daño ocasionado.
"Es impresionante que haya demorado tanto. Pero, bueno, ya salió y de verdad que no hay forma de subsanar tanto dolor. Ni siquiera pagando con sus vidas lograrían compensar en algo todo el mal que han hecho", explica Angélica Jiménez.
La sentencia ha dejado un precedente de que se puede hacer justicia en el país, en un periodo en el que el sistema se ha visto duramente afectado por una red de corrupción.
Angélica volverá esta noche a su casa y abrazará a sus hijos y su ser se habrá librado de una carga, un peso que llevó por 26 años y que hoy puede soltar.