“La Re-vuelta”: El retorno de José Cortez al ambiente plástico

"La Re-vuelta tiene un doble significado: primero, vuelvo al ambiente plástico limeño después de algún tiempo; segundo, quiero remover el concepto estético de mi obra. Hoy me siento más elegante, más sobrio", nos dice José Cortez, pintor crecido en el Rímac, catalogado como 'expresionista abstracto' por la crítica, y que hoy inaugura su nueva exposición en la galería Yvonne Sanguineti.

Le recordamos que hace poco presentó una exposición antológica en el Centro Cultural Inca Garcilaso de la Cancillería, y nos dice que es verdad, que dentro de su 'estrategia' de retorno artístico había dos zonas por cubrir: la de los centros culturales y la de las galerías, que con La Re-vuelta esta 'estrategia' se completa.

EMOCIONALCortez nos explica que el 2014 ha sido un año importante no solo por su regreso al mundo del arte –"aunque nunca dejé de pintar", agrega–, sino porque emocionalmente ha sido marcado: "Mi padre, quien también pintaba y fue mi guía en este terreno, murió hace 15 días. Yo, como él, aún vivo en el Rímac, pero creo que ya es tiempo de salir de allí", prosigue.

Luego sigue hablando de su obra reciente: "La Re-vuelta reúne óleos de 'formato heroico', acrílicos sobre cartulina (que, desde nuestra perspectiva, son lo mejor de la exposición) y cuatro piezas pictoescultóricas, que resultan ensamblajes tridimensionales".

Como señalamos antes, la crítica ubica a Cortez dentro del expresionismo abstracto. Él no rechaza esta ubicación, pero nos explica que no considera su pintura como abstracta. "Yo diría que hago pintura no figurativa, un arte que sale de mí, de mi vida, de lo que me pasa; es vivencial y tiene mucha gestualidad. La verdad, no hago mayor abstracción. Yo diría que mi trabajo es emocional: refleja el vacío, las luces, las esperanzas… los momentos que vivo", concluye el artista.

TENGA EN CUENTA

LA RE-VUELTAIndividual de José Cortez.