Universitario vs Alianza Lima: ¿Quién fue el verdadero campeón de 1934?

Antes de sumergirnos en los pormenores de dicho torneo, es necesario recordar que el siglo pasado era un poco distinto al presente y que, en dicha época, se jugaba y se definía de manera diferente a la actual.

Entonces, para entender quién fue el campeón de 1934, primero debemos saber que fue un torneo que solo se jugó entre nueve equipos de Lima y Callao durante la era amateur del fútbol peruano.

En orden alfabético, los clubes participantes de dicha Liga fueron Alianza Lima, Ciclista Lima, Circolo Sportivo Italiano, Sport Boys, Sporting Tabaco, Sucre FBC, Tarapacá Ferrocarril, Unión Carbone y Universitario de Deportes.

Otra peculiaridad del 34 fue la presencia del torneo de reservas, que, si bien es cierto existe hasta hoy, en ese momento tenía un valor diferente: definía campeonatos, como también lo hizo en 1936.

Según las bases vigentes (1931 - 1934), el torneo no era compuesto por un único hilo, sino por dos. Para ser campeón nacional o campeón de clubs, se tenía que sumar los puntos obtenidos por el primer equipo más la cuarta parte de los conseguidos por su reserva. Esa era la fórmula.

Es decir, al final de cada torneo de la época, eran dos las tablas que informaban los desempeños parciales (Primeros Equipos y Reservas) y una que definía todo: la tabla del acumulado (Clubs).

Sin embargo, las dudas se plantaron después de que Alianza Lima lograse milagrosamente ganar su partido de Primeros Equipos y el de Reserva ante Universitario de Deportes en la última fecha de 1934, única forma que tenía para gritar tetracampeón, pero la política entró en juego.

Desde el lado de Universitario, Plácido Galindo, dirigente del club, dio una entrevista un día después de la doble derrota ante su clásico rival y le recordó a la prensa que, pese a su derrota, el torneo había quedado empatado en puntos entre los Primeros Equipos.

No obstante, al ser cuestionado por el cuarto de punto (1/4) otorgado por la Reserva y el consecuente título blanquiazul, el directivo crema implantó una pregunta que, dos décadas más tarde, él mismo ayudaría a “resolver”: ¿Qué pesa más: el título de Clubs o el de Primeros Equipos?

En un evidente atropello a los estatutos del campeonato, Plácido Galindo no fue corregido, pero tampoco secundado y los diarios siguieron titulando “Alianza Lima campeón de 1934".

Así llegó 1935: con un pedido de Universitario para definir quién era el mejor entre los Primeros Equipos y varios boletines (documento oficial de la Liga en la época) programando y reprogramando dicha fecha. El desempate se jugó en julio, Universitario ganó 2 a 1 y se coronó campeón… de Primeros Equipos.

Así lo señala el boletín 174 de la época en su párrafo número trece: “Vistos los resultados del partido jugado el domingo 7 de julio en el Estadio Nacional, el Comité de la Liga resolvió reconocer como Campeón de Primeros Equipos de la Primera División de 1934 al equipo correspondiente del club Universitario de Deportes”.

Dicho documento aclara que Universitario fue campeón de Primeros Equipos de Primera División de 1934, pero no lo corona como campeón de Clubs o campeón nacional, porque dicho “desempate” era, precisamente, entre los Primeros Equipos.

Estos “pesos” quedaron evidenciados en el boletín número 167 de la Liga Provincial de Lima (similar a la Liga 1 hoy) emitido dos meses antes, donde se detallaron los premios para el campeón de Clubs ($100), de Primeros Equipos ($80) y para el de Reserva ($40).

El informativo 174 fue el último documento que hizo referencia al campeonato de Clubs de dicho año; por ello, en las dos décadas siguientes, los periódicos siguieron presentando en su palmarés de títulos a Alianza Lima como el campeón del 34 y único ‘tetra’.

Entonces, ¿cuándo es que el título de 1934 cambió de manos? La respuesta está, nuevamente, en los diarios. A partir del año 1956, se obtienen los primeros registros de Universitario de Deportes siendo reconocido como campeón, por primera vez, de un torneo de hace 22 años.

Este “error” histórico no parece haberlo sido, dado que, un año antes, en 1955, el recordado Plácido Galindo, fundador y dirigente de Universitario, ganó las elecciones de la Asociación Central de Fútbol (ACF), nuevo ente organizador del torneo de ese entonces, hoy Liga 1.

El mismo que en 1934 planteó la pregunta en los medios sobre qué pesaba más -¿el título de Clubs o el de Primeros Equipos?- había llegado a la presidencia del ente rector que le podía dar la “respuesta”, la ACF.

Es decir, Plácido Galindo fue juez y parte de una polémica que él creó y, por supuesto, él mismo resolvió 22 años más tarde. Así lo demostró cuando, en enero de 1956, le exigió a una conocida revista argentina que rectificase su lista de campeones peruanos, puesto que habían cometido un “error” al dárselo a Alianza Lima y no a Universitario.

Por lo tanto, corrigiendo el “error” generado y “resuelto” por Plácido Galindo, el torneo de 1934 dejó a los siguientes campeones:

Con esto, la distribución de títulos entre los clásicos rivales quedaría de la siguiente forma:

Si bien es cierto que no existe un mecanismo dentro de los estatutos vigentes de la Federación para que Alianza Lima los “obligue” a pronunciarse, por una cuestión de ética y transparencia ante los clubes que representa, la FPF debería pronunciarse formalmente ante estas nuevas evidencias.

“Con el área legal cuando entre y me enseñaron los temas de priorización, uno de ellos era el título de 1934. Ellos están haciendo lo posible para que eso sea una realidad en todas las instancias y de una manera profesional”, reveló José Sabogal, administrador de Alianza Lima, a ESPN.

Según el abogado especialista en derecho deportivo Jaime Talledo de Lama, para abrir un proceso en el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), el plazo es de 21 días luego de ocurrido el suceso. Por ende, el reclamo del título de 1934 sería extemporáneo.

Sin embargo, si la Federación emitiera la resolución en la que define el título de 1934 y esta es contraria a la postura de Alianza, “este documento sería ‘apelable’; primero, ante la FPF, según el órgano que lo emita, y, luego, ante el TAS”, de acuerdo al letrado deportivo.