/getHTML/media/1229553
Mensaje a la Nación de Dina Boluarte por Fiestas Patrias
/getHTML/media/1229522
Se realiza la Misa y Te Deum por Fiestas Patrias
/getHTML/media/1229342
Nicolás Yerovi: "Celebramos la sobrevivencia"
/getHTML/media/1229339
Fernán Altuve: "¿Presentar candidato de 87 años se puede considerar estabilidad?"
/getHTML/media/1229338
Orgullo de ser peruano: ¿Qué nos hace sentirlo?
/getHTML/media/1229336
Nancy Arellano sobre Elecciones en Venezuela: "Esta no es una elección tradicional"
/getHTML/media/1229265
Zelmira Aguilar: "Alejandro Villanueva creó el estilo de juego de Alianza y Selección"
/getHTML/media/1229195
Cherman: "Quien me quiebra el lado patriótico fue Juan Acevedo con Paco Yunque"
/getHTML/media/1229190
Marco Poma CEO de Tkambio: "Perú está atrasado en materia de 'open banking'"
/getHTML/media/1229009
Javier Arévalo, escritor: "Sin bibliotecas, el hábito de leer no nace en los niños"
/getHTML/media/1228674
Mujeres Aymaras sorprenden con su arte en Desfile de Modas
PUBLICIDAD

Rafael Nadal ganó en Abierto de Australia pese a malestar y deshidratación

El número 3 del mundo derrotó en cinco sets al estadounidense Tim Smyczek. El partido se alargó a más de cuatro horas.

Imagen
Tras finalizar el encuentro, ‘Rafa’ se tiró al piso para celebrar su victoria. (AFP)
Imagen
Tim Smyczek es el número 112 del mundo. (EFE)
Imagen
‘Rafa’perdió muchos saques y apeló a su garra. (AP)
Imagen
El español no lució su mejor juego durante el partido. (EFE)
Imagen
Tim Smyczek lució desenfadado y le faltó poco para vencer al 3 del mundo. (EFE)
Imagen
Durante el partido, Nadal sufrió una deshidratación lo que lo llevó a tomar medicamentos. (Reuters)
Imagen
Rafael Nadal celebrando su sufrida victoria frente a Tim Smyczek. (Reuters)
Fecha Actualización
El tenista español Rafael Nadal parece estar hecho para juegos difíciles. El Abierto de Australia tuvo hoy su partido más emocionante en el encuentro que sostuvo el español contra el estadounidense Tim Smyczek, al que finalmente venció en 5 sets (6-2, 3-6, 6-7, 6-3, 7-5) y luego de 4 horas y 12 minutos cargadas de mareos, deshidratación y calambres.

Todos conocían de los problemas físicos que traía consigo el español, pero nadie tenía claro hasta dónde podía llegar la garra de 'Rafa'. "Es lo normal tras tanto tiempo fuera del circuito. Hay que aceptar estas situaciones hasta volver al nivel correcto", fue lo que dijo al salir.

Porque para un tipo como Rafael Nadal resulta fácil vencer en partidos con la inspiración al tope. Pero el talento nunca estuvo hoy en Melbourne; todo lo contrario: el 'Rafa' estuvo nebulando en la cancha, cometiendo errores que en el papel debieron pertenecerle al 112 del mundo que tenía en frente.

Luego de una hora de juego al Nadal solo le quedaba el nombre y los títulos ganados en sus 28 años, el buen juego había quedado fuera. A todo esto se le sumó una gastritis que demostró aún más la mortalidad del 'dios español'. El sudor normal del cansancio comenzó a confundirse con la deshidratación que se había apoderado del cuerpo del número 3 del mundo.

Luego de una hora de juego y con un set para cada uno, el tercero era la visagra para el que quería ganar. Para este momento al español le faltaba todo: velocidad, ritmo, buen saque y puntería; lo único que tenía, para su pesar, era un mal juego. Sin embargo; la inspiración de Smyczek no bastó. Nadal ganó el tercer set 6-7 con las piernas temblando y con la ayuda de su médico, que tuvo que darle una pastilla para contrarrestar el malestar.

Los dos sets restantes fue más de lo mismo. Cuatro horas de un Rafael Nadal irreconocible frente a un estadounidense que quería hacer historia. No mucho que resaltar, solo que en último juego Smyczek tuvo un detalle que le honra. Sacaba el español para ganar el partido, y las voces del público le hicieron fallar el primer intento. El americano, "un caballero" –como diría Nadal al finalizar el encuentro– concedió que lo repitiera.

Rafael Nadal ganó y ahora enfrentará a israelí Sela en la siguiente ronda. "Ha sido una noche muy dura", dijo Nadal tras finalizar el partido, más reposado, tratando de recordar cómo fue que ganó en uno de sus peores y más sufridos partidos.