[TEATRO] “El hombre que corrompió a una ciudad” o la fragilidad de la moralidad

Fecha Actualización

19/10/2023 - 07:00

La historia de cómo se gestó esta obra de teatro tiene su punto de partida muchos años atrás. Se desconoce el día en que Jorge ‘Coco’ Chiarella se topó con el relato del estadounidense Mark Twain, pero sí se recuerda mucho sus ganas inmensurables de adaptarla, llevarla al teatro, construirla con canciones y dirigirla en un gran formato. Hasta había pensado en los actores, como nos cuenta el artista Luis Peirano, quien relata que hace tres décadas su amigo le propuso —completamente entusiasmado— envolverse en tal aventura. “Pero como varios otros proyectos, este se quedó en el camino”, lamenta. La versión es confirmada por Mateo, el hijo de Coco. Acompañante del amor de su padre por el teatro y colega con el pasar de los años, escuchó varias veces sobre el gran deseo de llevar a las tablas a El hombre que corrompió Hadleyburg. “Hasta escribió un manuscrito, pero se perdió”, cuenta.

“Mi papá me cantaba unas líneas que había compuesto... Iniciaban con ‘Hadleyburg, Haydleburg, Hadleyburg....’”.

Coco falleció en 2021. El destino no le permitió culminar este proyecto teatral. Pero como los sueños también pueden ser heredados, el amor y la admiración permitieron que Mateo haga suyo el deseo y culmine el trabajo de su padre. A este propósito se sumó su mamá, Celeste Viale, y un gran grupo de amigos de Coco, incluido Luis Peirano.

Entonces esta obra de teatro dejó de ser solo una obra de teatro para convertirse en un homenaje a un padre, a un esposo, a un amigo.

Mateo Chiarella presentó la propuesta a la Pontificia Universidad Católica del Perú y un año después la obra está en función. El relato de Twain ha sido adaptado bajo el nombre de El hombre que corrompió a una ciudad. Lo acompañan un elenco intergeneracional compuesto por una veintena de actores de primer nivel y una destacada producción.

INCORRUPTIBLES

La historia nos sitúa en Hadleyburg, una ciudad que lleva una bien ganada reputación de tener habitantes incorruptibles. Pero cierto día, un forastero decide demostrar lo contrario. Para tal fin elabora un minucioso plan que involucrará a las 19 familias de la ciudad, presentándoles una suculenta tentación. Esta es, pues, una representación sobre la fragilidad de la moral y los tentáculos de la corrupción.

“El tema está muy claramente planteado e insiste en que cualquiera puede ser sujeto de la corrupción. Se hace sin ningún alarde moralista y desde el lado más humano, que es la risa. La gente detecta claramente el problema y se ríe”, cuenta Peirano, ‘Barclay Goodson’, en la obra.

Primeros actores como Alfonso Santistevan, Haydeé Cáceres, Alberto Isola, Luis Peirano, Víctor Prada, Roberto Ruiz, entre otros, personifican a los otros ciudadanos de la confusa Hadleyburg.

Y para completar la emotiva puesta en escena, Celeste Viale, esposa de Jorge, también es una de las participantes. “Artísticamente, ella está haciendo un trabajo estupendo. Los dos llevamos una carga emotiva porque es un proyecto familiar. Ella está disfrutando mucho”, relata Mateo sobre su madre.

Y así se completa esta puesta en escena. Un proyecto familiar hecho realidad.

¿Coco estaría contento finalmente?, le pregunto a Lucho Peirano.

—Muchísimo. Y su espíritu está con nosotros —contesta de inmediato.