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Sathya Rios Matteucci, médica y escritora: “Todo lo que uno sufrió puede tener un sentido”

Autora del libro Casi no llego (Editorial Caja Negra) es psicoterapeuta y usa Instagram para comunicar, ayudar y compartir sus experiencias.

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Fecha Actualización
Es curioso que el nombre de su primer libro sea una frase que podría ser parte de lo que fue su vida. Porque Sathya Rios casi no llega a ser lo que es ahora: médica, bombera, escritora y muchas cosas más que su espíritu creativo impulsa. Casi no llego (Editorial Caja Negra) cuenta la historia de una niña llamada Sabrina que sufre de bullying, una pequeña que tenía un diario que la salvó. El personaje está inspirado en emociones que Sathya vivió de chica.
En el libro, Sabrina dice en un momento que escribir la salvó al final. ¿Te pasó a ti lo mismo?
Sí, gran parte de ese libro tiene que ver con emociones de esa época. Si bien hablo bastante del bullying, que es el tema central, no lo escribí con la intención de que se trate de bullying, sino que, partiendo de la nostalgia, de todo ese pasado, mi vida ha cambiado mucho en muchas etapas. Yo escribí emociones en ese libro, no exactamente hechos. No todo lo que está en el libro ocurrió, algunas cosas sí, gran parte no. Esa sensación en la parte final, de la humillación, cuando Sabrina se sentía sola, humillada, que no pertenecía a ningún lado, esa era yo, eso es real.
Escribir es liberador. ¿Te sirvió?
Es sanador. Es como si toda esa avalancha de emociones, malas o buenas, quedan en parte registradas y en parte enterradas en un cuaderno. Yo normalmente no escribo en computadora, rara vez, me gusta más hacerlo con la mano, porque siento que, a través de mi mano, cuando ya me duelen los dedos, se va todo.
Mucha gente sobrevive al bullying… hasta se normaliza.
Acá hay dos cosas que tal vez suenan un poco controversiales, pero lo digo porque lo he vivido. Una cosa es cuando uno crece amedrentada sin justificación, porque eso es el bullying, se aprovechan de los más débiles, y lo utilizas a tu favor para sanar a otros o para buscar otra perspectiva de la vida o lo cargas como una mochila el resto de tu vida.
Yo descubrí esto porque toda mi vida arrastré el bullying, toda la vida justificaba mis acciones negativas y la autodestrucción que me estaba atrayendo a mí misma con que “es que en el colegio me trataron muy mal, en la universidad no me paraban bola”; siempre buscaba, donde no había bullying ahí lo encontraba. Me justificaba de que en algún momento sí fui bulleada para seguir este ciclo negativo.
¿Cuándo llegas a un consultorio de salud mental?
Lo asusté a mi papá. Estaba en la universidad, con la presión de los exámenes y todo. En ese momento yo estaba con depresión mayor y, como estudiante de Medicina, ya más o menos tenía una idea de lo que me estaba pasando. Le dije a mi papá de frente: “Yo me quiero matar”, “no quiero vivir más, quiero desaparecer”. Ahí mi papá dijo “no sabía que era así”, y me mandó con un amigo suyo, un psiquiatra que me ayudó parcialmente porque no sentí la conexión. Luego conocí a mi actual psiquiatra, yo ya no estoy medicada.
¿Cuál fue tu diagnóstico?
Yo tuve un diagnóstico de depresión mayor cuando fui por primera vez al psiquiatra. De hecho, después de eso tuve un intento suicida. Fue una experiencia muy fea, la tengo media borrosa, no recuerdo mucho, pero las emociones sí las recuerdo y el otro diagnóstico que me hizo el doctor que fue mi profesor fue trastorno de personalidad limítrofe (TLP).
¿Se sale del TLP o vives con él para siempre?
Teóricamente uno vive con el TLP, es una condición orgánica, hay una explicación fisiológica para que todo esto ocurra. Yo tenía todos los criterios, pero hace más o menos 10 años no tomo medicación y no he vuelto a presentar esas conductas por lo menos hace cinco años.
¿En las redes sociales abordas temas de salud mental?
Sí, de hecho, yo expongo algunas de estas cosas, por ejemplo, lo que dije del intento suicida fue en un live de TikTok. Hace poco puse una foto de un tatuaje de The Beatles que me hice sobre la cicatriz de esa vez que intenté matarme. Es como, digamos, estoy sellando una cicatriz con una cicatriz que sí me llena. La música me ha salvado varias veces y eso lo posteé, conté la historia del tatuaje y el porqué.
Las redes sociales te sirven para ayudar.
Soy una ferviente creyente de que esto no necesariamente es una carga de por vida; siempre hay una manera de salir. Fácil no es, eso siempre lo digo, pero que se puede se puede. No puede ser que en un momento haya reunido todos los criterios de TLP y de pronto viva tranquila, en paz y tratando de mejorar. Cometo errores, porque es normal, pero ya no es catastrófico, ya no me frustro, ya no me quiero matar, ya no pasa por mi mente.
¿Cómo lograste esa paz?
Viví el infierno. ¿Cómo lo logré? Poquito a poco, no fue de la noche a la mañana, me tomó varios años entender y conocerme.
¿Cuál es tu sueño?
No tengo sueños, curioso, pero me encantaría no tener que cobrar por nada de lo que hago, me gusta mucho ayudar, pero de algo tengo que vivir lamentablemente. Me gustaría poder hacer algo grande que aporte y que pueda utilizar mi propia experiencia. Como un centro de salud mental, que sea completamente gratuito, donde mi experiencia y la de otras personas, en el sentido de la salud mental, no profesionalmente necesariamente, puedan aportar a otros. Eso me encantaría. Todo lo que uno sufrió, porque todos sufrimos en la vida, puede tener un sentido. Si lo usas o se vuelve útil para alguien más, entonces no fue un sufrimiento innecesario, valió la pena.
AUTOFICHA
-“Soy médica, soy psicoterapeuta, soy bombera desde hace relativamente poco, dos años. Soy profesora, soy pintora, me gusta hacer manualidades, pintar cajas; mi pared está pintada con logos de bandas, me encanta hacer eso y dibujar”.
-“Soy escritora, pero no de novelas, soy escritora porque me paso todo el día escribiendo, me encanta. Siempre estoy llenando mi cuaderno con cualquier idea, narrando el día, cualquier cosa. Soy cocinera, me encanta cocinar, cocino bien”.
-“Mi segundo libro lo escribí hace cinco años. Tiene que ver con la etapa más oscura de mi vida. Es un relato de emociones, no de hechos necesariamente. Pienso que podría ayudar a mucha gente. Lo empecé a manera de catarsis”.
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