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Una ayuda para History Channel: ¿Quién fue Sarita Colonia y por qué es tan emblemática?

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En 1940 fallece la santa Sarita Colonia
Fecha Actualización
Sara Colonia Zambrano fue una joven huaracina de orígenes humildes, cuya historia de vida repleta de sacrificios y una temprana muerte, conmovió a todo un colectivo de personas, quienes le empezaron a atribuir una serie de milagros que alimentaron su veneración como santa, pese a no ser reconocida por la Iglesia católica.
Recientemente, la mención a Sarita Colonia cobró relevancia en las redes sociales debido a una irónica confusión que tuvo el canal de documentales History Channel, entre esta santa popular y la personalidad de televisión, Susy Díaz. Hecho que llevó a muchos a preguntarse ¿quién fue Sarita Colonia?
Sarita Colonia o ‘La Sarita’, como se le conoce coloquialmente, nació en Huaraz el 1 de marzo de 1914, pero debido a los problemas médicos de sus padres, se mudó al Callao, provincia costeña en la que logró asentarse hasta el día de su muerte, el 20 de diciembre de 1940, a la temprana edad de 26 años.
Debido a la muerte de su madre, la pequeña Sarita tuvo que dejar el colegio y dedicarse a las labores del hogar en su reemplazo, haciéndose cargo de sus hermanos a la edad de 14 años. Este hecho truncó su sueño de vestir el hábito de monja.
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Trabajó de niñera para una familia italiana, pero debido a que su padre enviudó por segunda vez, debió regresar a su casa para hacer las labores del hogar y cuidar a sus nuevos hermanos.
Se vio obligada a trabajar con su tía en un puesto de venta de pescado en el Mercado Central, luego vendió frutas, verduras y hasta ropa, todo para sacar a su familia adelante y a su padre, que por sus problemas de salud, visitaba constantemente el Hospital Dos de Mayo.
Lamentablemente, el 20 de diciembre de 1940, Sara Colonia falleció en el Hospital de Bellavista, a la temprana edad de 26 años. Las razones de su muerte todavía no se han esclarecido del todo, pues su familia asegura que ella murió “por sobredosis de aceite de ricino”, sin embargo, en la ficha de defunción figura la enfermedad del paludismo.
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INICIO DE SU VENERACIÓN
Debido a la falta de recursos, el cuerpo de Sara Colonia fue depositado en una fosa común en los alrededores del Cementerio Baquíjano y Carrillo I del Callao, sin contar con un funeral. Un año después de su muerte, en 1941, su padre ubicó el lugar de la fosa común y colocó una cruz con la foto de su hija.
Debido a su carisma e historia de vida sacrificada, el lugar de la fosa común empezó a recibir la visita de decenas de personas, quienes colocaban flores y rezaban por el alma de Sarita, como la llamaban cariñosamente. Y no tardó mucho tiempo para que se empezaran a narrar las primeras historias de sanación y milagro en su nombre.
Estas historias milagrosas iniciaron, principalmente, entre los estibadores del puerto del Callao, grupo social con el que Sarita tuvo bastante contacto en vida, quienes comienzan a rendirle culto y correr la voz de sus supuestos milagros.
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La fama de Sarita siguió creciendo y propició que el terreno en donde se ubicaba la fosa común en la que fue enterrada, fuera invadido por creyentes que venían a pedir un milagro. Estos devotos son los que evitaron que el terreno fuera allanado por las autoridades, que buscaban expandir el cementerio.
Poco a poco, Sarita se volvía un símbolo del Callao, y en su lugar de descanso eterno se levantó una sencilla capilla, tras conseguir comprar ese pedazo de terreno a la Beneficencia Pública, a fin de enfrentar a la Iglesia católica, que se oponía al culto popular y buscaba evitarlo.
Con la llegada masiva de personas de provincia a la capital durante la década del 70, el culto a Sarita Colonia encontró un lugar importante entre los marginados y humildes de Lima, creciendo y extendiéndose exponencialmente. Al día de hoy, su culto se convirtió en toda una tradición cultural, siendo nombrada en la música, el cine y las series de televisión.
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