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Guillermo Rossini: “Los políticos son una tira de pericotes”

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Conversamos con el humorista Guillermo Rossini. (Perú21/ Miguel Yovera)
Fecha Actualización
Guillermo tiene un cuarto repleto de medallas, trofeos, diplomas, placas y hasta un honoris causa que ha obtenido durante sus 50 años de vida artística. Ahí también guarda la foto de su madre, portadas de diarios y revistas en las que él ha aparecido, además de otras imágenes familiares. Nos muestra, junto a su esposa, unas diez cajitas que guardan sus reconocimientos. Ambos están muy orgullosos. La señora nos recibe con una rebanada de torta y un vaso de gaseosa; en cambio, para don Guillermo, solo agua. El humorista nos cuenta que estuvo un mes y medio internado en el hospital Edgardo Rebagliati por una operación. “Tengo un marcapaso, en la femoral tengo una arteria con un stent, de todo me han puesto. Lo último ha sido una operación al colon. Yo estaba hasta el colon”, ríe. Siempre ríe. Rossini nació en 1932; o sea, ha visto el cambio de 48 presidentes, es un votante experimentado e informado. Todos los días lee las noticias, pues su trabajo consiste en hablar de la coyuntura política en clave de humor. Una tarea que, según dice, no le cuesta mucho porque nuestras autoridades son los mejores libretistas para las payasadas.
¿Usted siempre ha imitado a políticos?
Sí pues, a tantos políticos, incluso a los de la junta militar de Velasco y Morales Bermúdez.
¿Alguna vez lo censuraron?
Yo siempre he cuidado de hacerlo con respeto. El alcalde Barrantes se hizo muy amigo mío, me venía a visitar a mi casa. Aquí inventamos el nombre del programa municipal Vaso de Leche. Barrantes nunca dijo que iba a dar Vaso de Leche, sino ‘Un millón de desayunos’. Pero yo le hice un hincapié (imita la voz de Barrantes): “Vamos a darle un vaso de leche a toda la ciudadanía y pondremos en la Plaza de Armas a quinientas vacas holandesas y todo el pueblo tendrá derecho a una mamadita” (reímos). Todas mis imitaciones las he hecho con mucho respeto, sin insultos, porque en la televisión uno puede ofender y lastimar a muchos.
¿Los gobiernos militares tampoco tuvieron problemas con sus imitaciones?
En la época del gobierno militar de Juan Velasco Alvarado y luego Francisco Morales Bermúdez, yo estaba trabajando en el Canal Siete (canal del Estado) y, pues, no nos permitían imitarlos. Pero una vez Augusto Polo Campos me llevó a un aniversario para hacer un show e imité a Morales Bermúdez, que estaba presente. Le pregunté por qué no nos deja. Y me dijo (imita la voz del militar): “¿Cómo yo voy a permitir que no se me imite? Vamos a tomarnos un trago”.
¿Cree que han cambiado en algo los políticos?
Los políticos siempre han sido lo mismo, aunque recién nos damos cuenta de que son una tira de pericotes. Siempre hubo corrupción. En la época de Prado había mucha corrupción. Creo que el único que ha muerto en la pobreza ha sido Haya de la Torre, pero quienes lo han sucedido no han seguido su ejemplo, sino que han sido pericotazos. Ojalá que ahora la gente sepa escoger a la hora de votar.
Hace un rato me dijo que los políticos eran los mejores libretistas. ¿Por qué?
Sí pues, son los mejores. Todas las épocas han sido así. Tienen tantos traspiés y nosotros estamos atentos para contarlo en la radio. Así la gente se entera de las noticias de forma graciosa.
¿Qué espera de este nuevo Congreso?
Yo no espero nada (ríe). Quisiera que no haya tanto fujimorista en el Congreso porque el anterior ha sido muy malo. Los de Solidaridad también tenían candidatos con antecedentes medio raros y jalados de Fuerza Popular. Menos mal la gente no ha sido tan tontonaza de votar por ellos. Varios partidos se han salvado porque si no llegan al 5%, no pasa nada. Han tenido su ayudín.
¿Qué le han parecido las últimas noticias del Partido Morado?
Creo que ni el Cristo Morado los va a salvar (ríe). Lo que me llama la atención es que ha pasado un año desde que el hombre se escapó del incendio, salió volando, puso velocidad octava en cien metros planos.
También hubo varios candidatos pegalones en más de un partido.
Sí pues, ahí está también el general Mora, que dejó morada a su pobre señora. Me ha sorprendido realmente porque fue un pionero en el Perú de la reforma con las universidades. Pero, además de la educación, los políticos también tienen que ocuparse de la salud. Cuando he estado internado, figúrate, había dos enfermeras para atender a 30 pacientes, dos cardiólogos para 50 pacientes, es absurdo. Que hayan inscrito a todo el mundo en el seguro cuando no pueden hacer bien ni un hospital... No sé qué habrá pensado el de Moquegua, que tiene sus anticuchos por ese asunto de los hospitales.
Si las autoridades siguen siendo como siempre, ¿los peruanos tampoco hemos mejorado?
Hemos ido para atrás. Por ejemplo, hace 70 años, Manuel Odría hizo el Hospital del Empleado, que se llamaba Hospital del Obrero; hizo las grandes unidades escolares y vecinales. Pero ahora todo eso ha colapsado porque somos demasiados en esta ciudad y las autoridades no han resuelto nada. Lima ha crecido desordenadamente, han construido por donde se les da la gana, no respetan nada, es un caos.
¿Ha pensado hasta cuándo trabajará en Los chistosos?
Hasta que el cuerpo aguante. Yo, al menos, tengo razonamiento, otros a mi edad se olvidan de las cosas, pero yo mentalmente estoy bien. A otras personas les tiemblan las manos, como si tocaran maracas, yo no. Me gusta leer, me gusta mi trabajo, me entretiene. Está comprobado científicamente que la risa cura un montón de enfermedades, da inmunidad. Cuando yo trabajaba de visitador médico, hacía terapia del humor, sin saber que eso existía. Yo temo estirar la pata, a estar postrado en una cama, enfermo. A mis años sigo trabajando y me siento contento.
AUTOFICHA
- “Soy Guillermo Rossini Gonzales, nací en Lima y tengo 87 años. El apellido Rossini viene por un abuelo suizo, él llegó a Arequipa a hacer un trabajo de escultor y se casó con una arequipeña, otra extranjera. Mi mamá fue española, imagínate esa mescolanza”.
- “Este año cumplo 51 años de casado. A veces me toman el pelo en la radio porque dicen que soy bien aburrido, soy bien casero. Es que ellos son medio ‘malograditos’, pero los admiro porque también son muy talentosos, ingeniosos. Los chistosos ya va a cumplir 27 años”.
- “Yo comencé con Augusto Ferrando, mi primer programa fue en el Canal 5, que antes era el 9, se llamaba Telecataplún y ahí escribía Sofocleto. Luego en Estrafalario, en el canal del Estado. Después nos jaló el 5 e hicimos Risas y salsa, luego me fui al 4. Nos hemos paseado por todos los canales”.