Los Diarios de Andy Warhol: ¿Cómo es retratado el artista pop más reconocido del siglo XX en la nueva serie de Netflix?

Basándose en las memorias escritas por el mismo Warhol y testimonios propio de amigos cercanos, Netflix pudo recrear todas las facetas importantes de la vida de Warhol; desde la incertidumbre de su niñez hasta la fama alcanzada. Más que analizar los cuadros, que ha sido un tema repetido hasta la sociedad; Netflix más interesado en conocer al hombre en sí, el hijo de inmigrantes eslovacos que deseó destacar en el mundo del arte desde temprana edad. Warhol nunca llegó a sentirse aceptado en el mundo, ya sea por su sexualidad o por su aspecto físico, así que siempre le atrajo el mundo del arte por las posibilidades transformativas que surgen en él.

El documental muestra una imagen real del artista, queriendo desmentir ideas y fábulas que crecieron debido a su imagen. Muestra que sí, había un hombre retraído tras la peluca y los lentes, un hombre con varias dudas sobre la soledad y el amor. Un hombre que se inspiró en su propia homosexualidad para su arte, pero que además fue creyente en su fe hasta el fin de sus días. Dudaba del romance, pero tuvo dos amores que lo marcaron para el resto de su vida. Una figura compleja y difícil de entender a primera vista, como lo fue su arte.

El documental aparte de ser informativo, analiza y relaciona de manera interesante la vida de Warhol con sus obras. Aparte de la sexualidad y el punto de vista alternativa, también el documental añade que Warhol pudo conectar la iconografía religiosa con la cultura americana (la veneración que se tiene a las estrellas y a las grandes empresas) para la inspiración de sus obras. Warhol nunca fue enemigo del arte comercial (inició su carrera artística haciendo ilustraciones para comerciales en revistas); por lo que pronto pudo adaptar la repetición de imágenes al mundo artístico. Encontrar la belleza o lo extraordinario en lo banal (las latas de sopa), y así, una imagen, repetida varias veces, cobra poder, aunque subconscientemente.

La única falta del documental que se puede señalar es que a veces, al querer indagar tan profundamente en la vida privada de Warhol, la insistencia en algunos detalles puede parecer más prensa amarillista que una visión objetiva al retratar una biografía. Se entiende que Warhol tuvo una vida amorosa compleja, pero a ratos el documental crea preguntas y dilemas propios que parece querer responder a la fuerza de los entrevistados. Se nota la incomodidad en algunos temas, ya por falta de conocimiento, o no querer inventarse una pregunta.

Aún así, para aquellos interesados en aprender sobre el mundo del arte contemporáneo, el documental es un buen inicio. Ya que no solo relata los elementos más vitales en la vida de Warhol, sino también detalla las comunidades en las que creció, y cómo el mundo subterráneo de la comunidad gay en Nueva York pudo influenciar tanto la historia del arte para que divaga por un camino muy aparte de lo anteriormente establecido.