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Pascal, cantante peruano de pop urbano: “Lo que debemos hacer los artistas acá es unirnos y cuidarnos”
Con tan solo 22 años, el artista se sigue abriendo paso en la escena musical, pese a las barreras en el pop latino nacional.
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En entrevista con Perú21, Pascal comentó que desde niño se dio cuenta de que se inclinaba hacia el lado artístico, influenciado por su abuelo materno, un entusiasta de la música.
Con tan solo 22 años, Pascal ya suma más de 43 mil oyentes mensuales en Spotify y más de 34 mil seguidores en Instagram. Ahora, detalla el panorama de los artistas urbanos nacionales que buscan crecer en la industria de la que se siente parte.
¿Cómo descubriste tu pasión por la música?
Lo descubrí desde muy pequeño. Escuchar a mi abuelo cantar fue algo que me nutrió de manera musical y artísticamente. Crecí con el movimiento de Disney, donde todo era música. Cuando volvía del colegio disfrutaba ver el programa ‘Zapping Zone’, solía pasar toda mi tarde frente al televisor por la música.
En el colegio hacían concursos de talentos y yo siempre estaba ahí. La primera vez que me subí a un escenario fue en el colegio y tenía 10 años. Según mi mamá, cuando me preguntó si volvería subir a los escenarios le respondí: ‘Volvería a subirme un millón de veces más’. Desde muy pequeño sabía lo que quería y solo me importaba la música.
Empezaste muy joven en la música ¿Alguna vez te sentiste presionado en este medio artístico?
Yo siento presión todos los días, pero no es presión de la industria musical. Yo me presiono todos los días para mejorar, salir adelante, hacer cosas nuevas, no estancarme.
En Perú hay un montón de talento, de hecho, la salsa y cumbia lideran en el país. Es un género que se escucha masivamente a nivel nacional. En cambio, los artistas nacionales de pop urbano no se escuchan de igual manera. Yo con esa presión, me exijo para intentar sobresalir en esta industria.
Deseo que de esta manera, la gente nacional y de afuera vea que no solo estoy yo haciendo música, sino también abrir el camino para otros artistas nacionales que están en el mismo género.
Empezaste tu carrera musical en el 2018 ¿Qué pasó con tus estudios?
Terminé el colegio y me fui a Boston a estudiar en Berkeley por un tiempo. Me nutrí un montón, pero me di cuenta de que no era mi lugar. Es una universidad súper buena, pero si hay 100 alumnos, 90 son cantantes. Yo quería concentrarme en algo más privado. Estuve 3 meses, de ahí me regresé porque me di cuenta de que lo que me estaban enseñando lo podía reforzar.
Algo que me dijeron cuando empecé a trabajar en la música fue ‘estás en la edad perfecta para ser un producto que se pueda exportar y explotar de manera increíble’, pero esta carrera es muy demandante, pues tienes que estar disponible y la industria no te va a esperar. Sentía que estar allá [Bostón] iba a ser un freno.
Fue una conversación intensa con mis papás porque me dijeron ‘cómo que no vas a estudiar’. Todo lo que se estudia académicamente en la música ya me lo habían enseñado. Hasta hoy lo sigo reforzando con clases particulares.
Estoy llevando clases a mi propio horario y a la par con mi carrera. Para ser honesto, me hubiera encantado quedarme [en la Universidad de Berkeley] pero prefiero invertir en hacer buenas producciones. Al final mis padres entendieron y comenzamos a sacar canciones.
La vida artística es muy demandante ¿Cómo llevas en paralelo tu vida personal?
Me cuesta bastante, siempre hay que mantener esa delgada línea de la vida privada y artística. Me toca viajar mucho al exterior porque la industria está afuera. Este año me tocó pasar mi cumpleaños solo, pero son pequeños sacrificios que hay dentro de la carrera para poder crecer.
Mis amigos más cercanos son mis amigos del colegio, intento pasar el mayor tiempo que pueda con ellos. Estos pequeños tiempos son los que valoro un montón.
¿En estos 4 años que llevas en la música has cumplido las metas que te planteaste?
Tengo mi lista, tengo mis metas a corto, mediano y largo plazo. Para mí era un sueño grabar música en Estados Unidos, se cumplió. El año pasado estuve en los Grammys, de verlo en televisión a vivirlo. Abrir los conciertos era una meta y este año lo pude hacer con Zion y Lennox. Tuve dos presentaciones en México. Mi primera colaboración fue con Alkilados y fue gigante.
Tengo mis objetivos y los tengo claro. Así tenga que escalar un cerro lo voy a hacer. No es una profesión fácil, a veces me frustro y quiero tirar la toalla, pero al final lo que me motiva es recibir el cariño del público, todo se lo debo a ellos. Además, miro atrás y pregunto al niño de 10 años, que se subió por primera vez al escenario, qué diría.
¿Cómo se sintió que tus temas sean parte de exitosas producciones nacionales (’Señores papis’, ‘En la piel de Alicia’, ‘Dos hermanas’ y ‘De vuelta al barrio’)?
Estoy agradecido, no me lo esperaba. Me ayudó en la exposición, algo que los artistas que recién empiezan necesitan.
¿Crees que los artistas peruanos tienen una barrera para entrar al mercado internacional?
Personalmente, siempre me preguntan de donde soy y cuando les digo que soy de Perú me dicen ‘Lo malo de Perú es que no se ve en el mercado de la música, porque no es un país que exporta talento en la industria de latin ubano, Pop y reguetón’. En temas de salsa y cumbia, Perú está arriba, pero en temas de música comercial no figura.
Eso me chocó un montón porque ya tenía una desventaja, pero tenía que demostrarles que puedo ir de la mano con artistas grandes que hacen el mismo género que yo.
“Lo que debemos hacer los artistas acá en Perú es unirnos y empezar a cuidarnos el uno al otro. Creo que trabajar de manera individual es de peruanos”.
¿Argentina como el nuevo epicentro de la música urbana?
Los artistas en Argentina se apoyan mutuamente. Tini con Maria Becerra, Duki con Emilia. Vemos un montón de artistas argentinos que han hecho una especie de comunidad y ahora son los que más suenan. Es impresionante como se unieron para sacar mercado argentino y les va increíble.
Lo que debemos hacer los artistas acá en Perú es unirnos y empezar a cuidarnos el uno al otro. Creo que trabajar de manera individual es de peruanos.
¿Conexiones de la industria musical o suerte?
Esta carrera es 100% contactos, es ir a tocar puertas. A veces te la van a cerrar en la cara, como me lo hicieron a mí.
Hay un montón de veces que me han dicho ‘no’, pero es importante ser perseverante. Después del millón de ‘no’, llega el gran ‘sí’. Lamentablemente en el Perú no hay muchos contactos en la industria, es buscar afuera, pero encontrarlos es más difícil.
Me cuesta relacionarme porque soy un poco tímido, pero tienes que olvidarte de eso y hablar. Al fin a cabo, quieres que te conozcan y vean tu proyecto.
Sobre tu nuevo tema ‘Me pasé de copas’ es una canción de desamor ¿Cómo surgió la idea de explorar ese sentimiento?
En esta última canción implementamos afrobeat, ritmos tropicales y la letra más nostálgica, algo que no había hecho.
Justo nos tocó una tormenta el día que íbamos a grabar en Medellín, el cielo gris con lluvia. El clima nos ayudó a ponernos en el mood medio nostálgico, medio triste.
Era un poco lo que quería explorar, antes mis canciones eran mucho más alegres. Quería una letra donde la gente se pueda identificar un montón que para mí es lo más importante. Una letra simple que se entienda, que no vaya a lo cursi ni a lo vulgar.
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Sueles incluir personajes reconocidos para tus videoclips ¿A qué se debe el cambio en tu última canción?
En esta canción queríamos darle énfasis a la letra más que usar un personaje reconocido. Ya veníamos usado influencers y gente del medio, pero ya es momento de darle más foco a la canción.
¿Cuáles son tus próximos proyectos?
Este 16 de setiembre tenemos un concierto en La Bóveda en Chacarilla y el ingreso es libre. Espero regresar a provincia como lo estuve haciendo a principios de año. Armar calendario para estar ordenados y que no pase de nuevo como la última canción, que grabamos en marzo y la canción salió en setiembre.
AUTOFICHA
- Tiene 22 años. Estudió en el colegio Newton College, después ingresó a la Universidad de Berkeley en Boston, tras tres meses de estudio decidió seguir su pasión como cantante.
- Su pasión empezó por su abuelo materno, quien le inculcó el amor por la música.
-Su primer escenario fue en un concurso de su colegio, pese a que no ganó decidió apostar por la música.
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