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Mauricio Barcelata, conductor de Guerreros 2021: cuáles fueron los oficios que hizo antes de conocer la fama

Mauricio Barcelata | Contó que a los 12 años despertó su interés por ser parte del mundo del espectáculo e hizo muchos sacrificios para cumplir su meta.

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Mauricio Barcelata es el conductor de "Guerreros 2021" junto a Tania Rincón (Foto: Instagram @mbarcelata)
Fecha Actualización
El reality “Guerreros 2021”, que actualmente tiene miles de seguidores y que estrenó su segunda temporada el pasado 7 de junio, tiene a Mauricio Barcelata como uno de sus conductores quien reveló todas las cosas que tuvo que atravesar antes de tener un puesto de trabajo seguro y, sobre todo, de alcanzar la fama. Él comparte roles con Tania Rincón quien también forma parte de la conducción del programa.
Una característica del reality es que las competencias y las distintas pruebas se transmiten en vivo. Esto se lleva a cabo en un foro especial y es producido por María Noguerón. Entre los concursantes se encuentran los peruanos Nicolla Porcella, Guty Carrera.
Las pruebas y los retos en este programa se han vuelto cada vez más difíciles de superar por lo que los participantes deberán esforzarse mucho más para lograr obtener la victoria para su equipo.
MAURICIO BARCELATA SOÑABA SER ARTÍSTA
La suerte de Mauricio no siempre fue del todo buena, pues, en entrevista con el programa Faisy Nights contó detalles que las personas y seguidores de “Guerreros 2021” desconocían.
Allí señaló que a sus 12 años decidió que quería dedicarse al medio del espectáculo. Ello lo llevó a lograr ser parte del grupo coreográfico “Cometa”, y con el cual le llegó una oportunidad de pisar por primera vez un escenario.
No sabía que me iba a gustar tanto en ese entonces. Resulta que nos escucha un famoso productor de aquel momento, de los 80, esto fue en 1982. Un productor que se llamaba Bebu Silvetti, él inclusive le produce a Luis Miguel, y nos trae a Ciudad de México a grabar un disco”, manifestó en el programa.
Si bien el conductor estuvo durante un tiempo en ese grupo, resaltó que su carrera no despegó lo que lo obligó a optar por considerar otras medidas. Fue así que decidió ahorrar dinero suficiente para regresar a la Ciudad de México y continuar con su preparación en el mundo artístico.
¿QUÉ TRABAJOS HIZO MAURICIO BARCELATA?
Pero para ello tuvo que trabajar como taxista para poder pagar sus estudios de actuación.
Era bueno manejando y bueno para la convivencia, pero no me salía para lo que yo realmente quería que era juntar dinero lo más rápido posible para venirme a México a vivir”, sostuvo.
Aunque eso no fue todo, la necesidad lo obligó a tener otro empleo y fue así que tuvo que vender mariscos en alta mar para luego revenderlos en la otra costa para tener mayores ingresos.
Negocias, vas, compras tal. Te llenan la lancha con un fuera de borda, un motorcito fuera de borda, regresas y la neta que pasas sin que entre a la cooperativa. Ahí sale más barato, y de ahí empezó a salir porque llegábamos a la pescadería y empacábamos el camarón, lo guardábamos como en tabletitas...”, dijo.
CENTRO DE EDUCACIÓN ARTÍSTICA DE TELEVISA
Tras trabajar muy duro en empleos ocasionales viajó a la Ciudad de México y, finalmente, pudo ingresar al Centro de Educación Artística de Televisa (CEA). Pero el hecho de pagar sus estudios en ese lugar lo dejó prácticamente sin mucho dinero por lo que no podía rentar un cuarto o departamento para dormir.
La única alternativa que tenía era dormir en los mismos foros y así pasó por varios meses.
Nunca me cacharon... Hace muchos años en el edificio de producción, hasta arriba ahí sólo había un salón, que era el salón del CEA , el ocho, y el foro. Me clavaba en el salón ocho y ponía las colchonetas de los ejercicios en la escuela. Nadie sabía. De repente entraban los amigos de seguridad, abrían la puerta, veían, se asomaban no había nadie y cerraban la puerta. Me esperaba hasta que pasaran”, sentenció.
Finalmente, Mauricio recordó que antes el comedor estaba en ese mismo edificio y tenían pan gratis, había un bar pero “yo no le llegaba porque no tenía ni con que envenenarme”.

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