Lo que el presidente Pedro Castillo omitió es que para el nivel de precios internacionales que tuvimos –de los metales, por ejemplo–, hemos podido ser el país con una tasa de crecimiento del doble de lo que hemos tenido. El Perú fácilmente pudo crecer el 6% o 7%, pero tuvimos un crecimiento de apenas 3%, y con una tendencia a la baja. El presidente no lo dice, pero el Perú lamentablemente ha sido el país del crecimiento perdido, de la oportunidad perdida. Un discurso bastante anodino en materia económica. No se ha aprovechado del todo la ventana de oportunidad externa y más bien el presidente lo que ha hecho es detener los motores de crecimiento.