Más que platos de autor, Miguel se planteó ‘reajustes’ para refrescar la carta tradicional y hacerla más ligera y contemporánea. Van en el rubro de “speciali” y pone entradas como ensalada de mariscos con salsa tibia de cítricos, tarta de atún a la caponata con berenjenas, zucchini y pimiento, gnocchi de beterraga y gorgonzola, fideos negros con calamares y langostinos, salmón con lentejas, coliflor y zanahoria y (mi preferido) fideos hechos de zucchini con tomate y albahaca. La sencillez suele ser poderosa.