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La comedia Spy: una espía despistada, con Melissa McCarthy, se instaló en su estreno a la cabeza de la taquilla norteamericana, según cifras preliminares de la empresa Exhibitor.
La historia sobre una pequeña analista de la CIA que se convierte en agente en el terreno acompañada de Jason Statham y Jude Law, reunió US$30 millones en su primer fin de semana en la pantalla grande.
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La comedia relegó a la segunda posición a Terremoto: la falla de San Andrés, en la que Dwayne Johnson se pone en acción en medio de un gran sismo en California, con US$26.4 millones.
Mientras que la tercera entrega de Insidious 3, una saga que pone a familias a luchar contra demonios, reunió US$23 millones y quedó en tercer lugar.
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Spy: una espía despistada costó US$65 millones y se estrenó en 3,711 cines. La película reune a McCarthy y al director Paul Feig, que ya colaboraron en filmes como The Heat y Bridesmaids.
