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Fiorella Cava, cantautora: “He dado visibilidad a las mujeres transexuales, abrí camino”
En el Día del Orgullo LGBT, la lideresa del grupo JAS afirma que ni con las amenazas de muerte que le hacían los terroristas sintió tanto estrés como cuando un conductor de TV la vigiló por varios días para sacarla del clóset. Además, explica por qué la gente no acepta que un artista de rock sea LGBT+.
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Fecha Actualización
Hoy es el Día Internacional del Orgullo LGBT y una de las más grandes representantes en Perú es Fiorella Cava, la primera rockera transexual de Sudamérica. Sufrió amenazas de muerte en la época del terrorismo, cuando con su grupo JAS estaba en la cima de la popularidad. Años después, inició una batalla de 14 años para cambiar su nombre legal y lo logró. A pesar de abrir el camino, desde su mirada de antropóloga considera que a nuestro país le tomará al menos 50 años lograr la tan ansiada igualdad de derechos. Además, explica por qué nuestra comunidad es tan desunida y cuenta por qué se siente marginada dentro de las minorías.
¿Por qué es chocante para la población ver a un artista de rock LGBT+?
Porque es este el arquetipo de lo que tú quieres ser, todos sueñan con ser una estrella de rock, y creen que los gais o las transexuales o lesbianas paran todo el tiempo pensando en sexo y de ahí no salimos.
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Fuiste amenazada de muerte muchas veces.
Sí, he pasado cosas fuertes. Río, Jas y Miki González éramos los únicos que viajábamos. Estábamos en el top hasta el año 91. Ahí nos hicieron una pausa porque subió Montesinos y no le gustó que dijera que quería paz de ambos lados en las canciones que estábamos tocando. Me presionaron y tuve que salirme del país. En una semana, dejamos de sonar en 140 radios a nivel nacional. Seguí grabando y gastando los recursos que estábamos juntando y no los recuperamos más. Tres años nos censuraron. También me amenazaron los del MRTA por ser pituca. Cuando estaba estudiando la maestría en San Marcos, Sendero me decía que le estaba quitando una plaza al pueblo.
¿En algún momento sentiste que tu vida estaba en riesgo?
Varias veces, me han atacado en la calle también. En el caso de la agresión que ocurrió en 2019, en Miraflores, eran 500 mujeres provida contra mí que estaba sola y con cataratas en ambos ojos. Me acerqué de curiosa, cuando una de ellas me señaló y me dijo “es hombre” y me empiezan a dar codazos, pisotones y empujones. Me echaron paralizer y le di un manazo a una. Me denunciaron por agresión y me mandaron mensajes amenazadores, diciendo que me iban a desfigurar. Se archivó, pero me han difamado. A raíz de la agresión que sufrí, sentí tal indiferencia de la comunidad que la mandé a la m.
Comentabas que has ayudado a mucha gente de la comunidad.
Sí, he ayudado en una asociación, conversaba con personas que tenían hijos confundidos, les daba orientación. Siempre he dado mi testimonio porque era la cabeza visible. He ayudado gratuitamente porque siento que era mi deber. Yo gasté la herencia de mis padres ayudando a la comunidad. He tratado de conseguirle un trabajo normal a muchas chicas que están en prostitución porque fueron echadas de su casa, pero las personas son malagradecidas.
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¿Cómo fue tu salida del clóset?
Yo no salí del clóset porque quiera. Yo estaba tranquila viviendo una vida con perfil bajo, pero en un evento me encontré con una amiga que estaba con una periodista y salió la noticia en un diario, pero con una foto antigua y publicó un artículo falso. A los días, una camioneta de un canal se plantó en mi casa y me hicieron la guardia durante cuatro días. Yo no podía salir. Ese estrés no lo sentí ni con los terroristas, pero me jodía que fueran a sacar su versión; entonces, en 2004, me decidí a escribir mi libro, antes de que me digan cualquier barrabasada.
¿Si no hubieras hecho pública tu historia, hubieras podido vivir de una manera más tranquila?
Hubiera vivido de una manera más tranquila y libre de muchas preocupaciones, pero sin tanta plata, porque eso me reducía a la miseria. O sea, mi fuente de recursos ahorita es la música, el arte. Cumbia no hago y el rock no está pagando lo que pagaba. A veces la veo difícil para llegar a fin de mes. En esa época sí me desenvolvía dentro del activismo, hablando con cuanto político quería aprovecharse de la comunidad. Entre nuestras demandas siempre estaba la identidad de género y no discriminación por orientación sexual, pero eso era lo que primero eliminaban.
Has abierto camino, comenzando por el cambio de nombre legal, ¿sientes que están en deuda contigo?
Están en deuda con mucha gente que hemos abierto camino, pero no soy de izquierda. Se sorprenden de que sea preparada. En 40 años no ha habido avances para la comunidad porque están los de izquierda copando toda la dirigencia LGBTI. Mi contribución a la comunidad fue el libro que tengo. He dado visibilidad a las mujeres transexuales, abrí camino con lo del cambio de nombre que estuve peleando por 14 años. El sexo legal no me permiten cambiarlo. Se puede crear jurisprudencia, pero hay mediocridad, hay miedo. Los jueces tienen miedo de apoyar porque creen que la gente pensará que son gais. En la música, también abrí camino a mucha gente.
¿Te has sentido excluida de tu propia comunidad?
En 2023 fui a la Marcha del Orgullo y me botaron. Me dijeron “tú no puedes estar acá” (en el estrado). Yo dije, “pero yo soy famosa, soy la primera rockera transexual de América y cantautora”. No lo reconocen. En Argentina o en otro lado, sí, pero acá no. Así somos de mezquinos. Prefieren tener a Ruth Karina, que luego se asocia con un pastor evangélico. A mí no me quieren dar espacio para tocar ahí. No les tengo odio, pero sí indiferencia. Si no quieren tenerme, pues, piérdanme. No voy a rogar que me admitan en su familia, yo ya pasé por eso cuando me botaron de mi familia. Hay que ser prácticas y vivir la vida, ya no me quedan tantos años.
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¿Por qué en nuestro país la comunidad gay está tan desorganizada?
Porque no hay algo que nos una. No hay peor enemigo de un gay que otro gay. Es la idiosincrasia del país y no hay manera de cambiarla; en la comunidad se reproducen todas las taras de discriminación que hay, por racismo, por tamaño, por juventud. Es raro que un gay apoye a una trans.
AUTOFICHA:
- “Tengo una maestría, hablo varios idiomas. También estudié Derecho, Antropología, Ciencias de la Comunicación y dirección de cine, locución, expresión corporal. En su momento estuve entre los tres mejores productores de rock de la Cámara Peruana de la Música”.
- “Desde una edad temprana, sabes quién eres, pero lo callas por temor. En la actualidad, además de dedicarme a la música, doy conferencias a asociaciones, colegios profesionales, universidades. Tengo ocho libros que aún no puedo publicar porque estoy buscando editorial”.
- “Un obispo católico me dijo ‘entiendo que seas mujer desde que naciste, pero no te puedo cambiar tu acta de bautizo. Si lo hiciera, estaría abriendo la puerta a todos los demonios que vienen con lo que tú llamas diversidad sexual’. Cuando salí, me derrumbé, se me vino el mundo abajo, me quise suicidar”.
DATO:
Esta conversación cierra el ciclo de entrevistas por el Mes del Orgullo LGBTQ+. Puedes leerlas en los siguientes enlaces:
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