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Emanuel Soriano, actor: “El Perú está lleno de déficit en salud mental, hay mucho estrés”
Emanuel Soriano nos cuenta sobre su papel protagónico en la obra ‘Ricardo III o El sueño del jabalí'. Además, detalla cómo fue su experiencia en ‘La Reina del Sur’.
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La versatilidad de Emanuel Soriano le ha permitido interpretar diversos papeles y ganarse la simpatía del público. Ahora es el protagonista de la obra teatral Ricardo III o El sueño del jabalí, un rey que con astucia manipulará a todos para lograr sus objetivos. Las funciones son de jueves a sábado, a las 8 p.m., y los domingos, a las 7 p.m., en el teatro Británico de Miraflores. Las entradas están a la venta en la boletería del teatro y en Joinnus.
Ricardo III es un tipo astuto, manipulador y seductor. ¿Tú también tienes algo de eso?
Te diría que no. Creo que soy un poco más introvertido, un poco más cauteloso. Creo que Ricardo III me ha permitido explorar todo ese bagaje.
¿Cuál ha sido el desafío en este papel?
Creería que abordar todo el texto porque está lleno de maldiciones. Hay muchas maldiciones que se le lanzan a Ricardo desde sus vínculos, sobre todo su madre, que es el vínculo más fuerte que tiene. Creo que ahondar en toda esa oscuridad ha sido lo más complicado, pero se aligera cuando Ricardo habla con el público y le cuenta todos sus planes. Ricardo seduce al público para que empatice con él y lo acompañe.
Ricardo está decidido a ganar la corona pasando por encima de todos. ¿Un poco la realidad del Perú?
Creo que es la realidad de los tiranos, de los lugares donde no hay democracia. Lamentablemente, creería que acá es menos honesto. Creo que Ricardo es honesto porque le cuenta al público lo que va a hacer. El poder siempre está buscando eliminar a todo el que está en su camino.
Hace poco comentaste que fuiste víctima de bullying en el colegio.
Fue un episodio, no fue sistemático. En realidad fue bullying virtual. Me hackearon el messenger, enviaron mensajes ofensivos a mi enamorada de ese momento, a mi madre, a mis amigos y eso en mí generó rabia, cólera. Para construir el personaje, evoqué ese momento. Finalmente, tuve que recurrir a la violencia, nunca más lo hice. A veces, cuando uno reacciona así, saben que contigo no se van a meter más.
¿En algún momento de tu vida pensaste dejar la actuación?
Decir ya no quiero ser actor, no, pero hace unos años sí pensé en qué más puedo explorar. En algún momento, quise estudiar Psicología. Yo estudié Comunicación Audiovisual y algo que me encantaría hacer es dirigir, pero también me encantaba la psicología, la antropología, la sociología y el arte. Así que finalmente encontré una formación de terapia de artes expresivas y estoy en mi último año de esa formación. Me interesa mucho trabajar terapia de arte para las personas, acercar a las personas a ellas mismas, reconocer sus heridas y buscar la forma de aprender a vivir con ellas a través del arte.
¿Luego harás talleres para el público en general?
Sí, a fines de agosto voy a hacer un taller de actuación para no actores. Será con ese enfoque. Mi interés, por ahora, no es formar actores, pero sí darle a las personas herramientas a través del arte en general, específicamente en la actuación, para que puedan encontrarse. Creo que nuestro país está ahorita lleno de mucho déficit en salud mental, hay mucho estrés, hay muchas condiciones mentales alrededor y no se está viendo eso. Se siente y se nota que las personas necesitan lugares donde depositar sus emociones, necesitan lugares donde conversar y creo que el arte es un buen aliado.
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¿Has padecido de ansiedad y depresión?
Como todo ser humano, episodios, pero no algo crónico. Siempre vuelve de cuando en cuando, porque el trabajo de un artista, sobre todo en nuestro país, es inestable, no sabes qué va a venir, muchas veces los planes cambian, los rodajes cambian. Creo que la depresión y la ansiedad son algo generacional, de esta época. La tecnología tiene mucho que ver porque queremos todo inmediatamente, sobrepensamos, nos comparamos mucho en las redes. Es como hacer un trabajo triple a lo que se tenía que hacer antes.
¿Cómo fue tu experiencia en ‘La Reina del Sur’?
Maravillosa. Fue muy interesante trabajar con grandes artistas en una superproducción, todos teníamos dobles, no necesariamente dobles de acción, sino dobles que marcaban toda la escena en cuanto a movimiento, como si fuera una obra de teatro, y luego nosotros replicar eso para ahorrar tiempo y desgaste. Eran largas horas de rodaje con cámaras de cine para esta serie de televisión que es muy reconocida en Latinoamérica.
¿Buscas la internacionalización?
Sí. Hubo un proyecto, pero se me cruzó con una película. Mi idea no es solo irme con mi carta de actor. El éxito no es la fama, el éxito es sentirte pleno y con mucho bienestar.
Hace un par de años, un beso tuyo con un hombre en una serie causó revuelo. ¿Te incomodaron los comentarios? ¿Crees que debería haber más historias de este tipo?
Me pareció bueno que haya esa controversia. Sabía que iba a ser así, pero yo estaba contento con mi trabajo. Estamos muy malacostumbrados a reírnos de los personajes satíricos de la comunidad LGBTQ+, pero cuando hablamos de la realidad, ahí sí la gente se molesta. Es como un doble discurso y está bien evidenciarlo. Que haya más historias que hablen de las comunidades me parece genial. Siempre se le tiene que dar una ventana, que la gente lo vea desde otra mirada porque hay muchos tipos de pensamiento. Es importante saber y aceptar que la gente se relaciona de distintas formas.
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