Una ola de electricidad, desde Shangai a Chancay

En 2021, la industria automotriz china comenzó a cosechar los frutos de una, por aquel entonces, osada apuesta. Se decidió unificar esfuerzos con el objetivo de liderar el mercado mundial de autos híbridos y eléctricos. Ese año fue el primero de China a la cabeza de la producción en el mundo, luego de superar las ventas de Europa y Estados Unidos. Para el año pasado, las marcas chinas comercializaron 8 de los poco más de 13 millones de autos eléctricos vendidos a nivel mundial.

Los altos aranceles y las exclusiones de beneficios tributarios a los autos eléctricos chinos, por parte de la UE y Estados Unidos, no han podido hacer mucho por frenar la producción. Los fabricantes cuentan con el respaldo del Partido, que desde Pekín reafirmó su compromiso de ayudar y apoyar la expansión global de la industria. Como resultado de ello, la producción se disparó, y, por consecuencia, los precios bajaron.

Excelente noticia para los consumidores, en especial los peruanos. No olvide que en Chancay, a partir de noviembre de este año, debería comenzar a operar un ‘Megapuerto’, concebido y construido gracias al capital Chino, y es aquel país, justamente, hacia el cual apuntan sus faros.

Se ha originado, entonces, una oportunidad perfecta. El Perú, como principal receptor de la propuesta china del ‘auto del futuro’ -además de gran productor del cobre que le da vida- cuenta con el mercado ideal para liderar su expansión en la región. Después de todo, sus cifras de crecimiento en cuanto a modelos eléctricos se multiplicaron durante el año pasado: entre enero y septiembre del 2023 se vendió 20% más que en todo el 2022.

De más está hablar del positivo impacto ambiental y auditivo que una flota más grande de autos eléctricos tendría en las congestionadas y nocivas avenidas limeñas y el creciente tráfico de las otras ciudades del país. De no mediar inconvenientes, Chancay podría incluso marcar el inicio de la transición energética en el Perú. Con, o sin proyectores incluidos en los modelos base, esa es, definitivamente, una buena noticia.