"Espero que con más obras, películas, historias a las que les pongamos más atención podamos movilizarnos y hacer una gran cruzada por una educación de calidad, más equitativa, inclusiva, donde cada uno pueda descubrir su talento y desarrollarse como ciudadanos que contribuyen a un mundo mejor".
"Espero que con más obras, películas, historias a las que les pongamos más atención podamos movilizarnos y hacer una gran cruzada por una educación de calidad, más equitativa, inclusiva, donde cada uno pueda descubrir su talento y desarrollarse como ciudadanos que contribuyen a un mundo mejor".

Son muchos los artículos, las conferencias y los congresos que se realizan con el objetivo de dar a conocer el impacto que tiene la en el desarrollo de las personas, de un país y de la sociedad en su conjunto, toda esta información compartida en estos eventos muchas veces no logra sensibilizar sobre el verdadero significado de una educación de calidad.

Uno puede sorprenderse con data referida a las brechas gigantes que existe entre los aprendizaje de los estudiantes que asisten a las escuelas rurales y las urbanas, o entre el acceso a la secundaria entre mujeres y hombres, pero me di cuenta que no hay nada mejor que conocer la realidad de la educación peruana a través de una obra de teatro.

Esta semana tuve la oportunidad de asistir a la obra La Vida en Otros Planetas. Una obra que nos brinda una mirada completa, y a la vez compleja, de la educación en nuestro país. A través de la historia de seis maestros y maestras nos conectan con una realidad que muchos no conocen en su verdadera magnitud.

Cada historia nos lleva por un viaje donde a pesar de la condiciones en que se desarrolla la educación rural o la escuela pública urbana, vemos el gran impacto que logra un buen maestro en la vida de sus estudiantes, cuando es capaz de conectar con ellos, conocer su realidad, poner toda su dedicación y gran vocación de servicio para darles esperanza y oportunidades de seguir creciendo y desarrollándose para lograr un mejor futuro.

Además, nos llevan a conocer otras dimensiones de la realidad educativa nacional, la corrupción en el nombramiento de maestros, la lejanía y desinterés de las autoridades educativas desde una directora indiferente a las necesidades de sus estudiantes hasta el cambio permanente de los ministros de educación que no llegan a consolidar políticas educativas de mediano y largo plazo. Además, muestra con historias reales cómo el sistema es capaz de alejar a los mejores maestros y mantener a los que no lo son.

Espero que con más obras, películas, historias a las que les pongamos más atención podamos movilizarnos y hacer una gran cruzada por una educación de calidad, más equitativa, inclusiva, donde cada uno pueda descubrir su talento y desarrollarse como ciudadanos que contribuyen a un mundo mejor. No es tarea fácil pero tampoco imposible, si unimos fuerza todos aquellos que vemos en la educación el verdadero desarrollo de nuestro país.

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