Solos los gimnasios ya han perdido más de US$ 100 millones en los cinco meses de paralización. Firmas como Smart Fit y el bar Carnaval buscan subsistir ante incertidumbre por la reactivación.
(Foto: Getty)
Solos los gimnasios ya han perdido más de US$ 100 millones en los cinco meses de paralización. Firmas como Smart Fit y el bar Carnaval buscan subsistir ante incertidumbre por la reactivación. (Foto: Getty)

Ansiedad, angustia y hasta desesperación son quizá algunos de los sentimientos que hoy comparten los empresarios, accionistas, ejecutivos y trabajadores de los sectores que integran la fase 4 de la .

Gimnasios, bares y restobares, cines, actividades de entretenimiento y esparcimiento, entre los principales, fueron dejados al final de la cola en este plan del Gobierno, colocando a estos negocios en una situación de incertidumbre, dado que su reinicio aún no tiene fecha.

Luis Lobato, gerente general de Smart Fit, revela que el rubro de –donde participan 20,000 profesionales del deporte– va perdiendo más de US$100 millones en los cinco meses que lleva paralizado.

“Las pérdidas seguirán aumentando mientras no operemos y los ingresos seguirán mermados tras reiniciar porque tendremos aforos limitados, restricciones de horarios y zonas del país con”, afirma.

En la cadena están listos para volver y han implementado protocolos de seguridad en sus locales en base a estándares internacionales y con un aforo al 50% de capacidad, lo cual les permitiría sobrevivir y cubrir costos de alquiler y planilla, que representan el 80% de sus gastos fijos. Por el momento, adelanta, trabajan en soluciones online para atender a sus clientes.

ENTRETENIMIENTO

El entretenimiento también ha sido afectado. En el bar Carnaval (parte de MCK Hospitality) tuvieron que reinventarse y apostar por vender cócteles embotellados y hielo por , pero al cabo de dos meses decidieron ya no hacerlo por lo complicado que era mantener la operación y optaron por esperar a que les den luz verde para abrir, detalla el cofundador del holding, Diego de la Puente.

Explica que con 40 personas por noche en su local de San Isidro podrían mantenerse, aunque esto signifique generar ingresos un 50% por debajo de lo registrado antes de la pandemia. Con nostalgia recuerda que en días de semana podían albergar unas 80 personas y fines de semana, hasta 180.

“Esto definitivamente va a cambiar, la gente no solo se cuida de salir, sino también sus bolsillos. Sus ingresos no son los mismos que antes”, enfatiza.

En Chuck E. Cheese’s también han buscado alternativas de subsistencia. La cadena de pizzerías y atracciones para niños apostó por el delivery, ‘carry out’ y atender en salón en cinco de sus siete locales. No obstante, esto solo equivale al 10% de sus ingresos, ya que el negocio principal son los juegos electrónicos y los servicios de cumpleaños, afirma su gerente general en Perú, Antenor Mauny.

“Nosotros íbamos como avión y nos apagaron la luz de un día a otro. Sin embargo, tenemos que seguir pagando alquileres y planillas. Ahora, lo que esperamos es que la fase 4 pueda empezar este mes o en setiembre como se tenía contemplado inicialmente, sino tendremos que volver a cerrar”, indica.

Además, confiesa, están evaluando armar paquetes de cumpleaños para casas.