A eso agregó que un proceso con la Sunat no era nada barato para un contribuyente. Ello se debe a que cuando hay una controversia tributaria, la primera etapa es la reclamación y la resuelve la misma entidad; la segunda etapa es la apelación, que se ve con el Tribunal Fiscal; y finalmente se puede llegar a la revisión judicial con el PJ. Sin embargo, en este caso “el derecho a litigar está condicionado a que pague primero (la deuda), en cuyo caso ya no habrá intereses, o a que establezca una carta bancaria, que tiene un precio”, afirmó.