Ayer culminó CADE Educación 2024. Perú21 pudo entrevistar al director del Centro de Psicoterapia Psicoanalítica de Lima, Daniel Dreifuss, quien explicó la importancia de aplicar la cultura del bienestar en el sistema educativo.
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¿Qué entendemos por bienestar en el sistema educativo?
El bienestar en el sistema educativo implica la capacidad de los educadores para conocerse a sí mismos, entender su vocación docente y comprender a los estudiantes y sus familias. Se trata de integrar a la persona completa en una relación compleja, en la que la prioridad es el cuidado del estudiante antes que la enseñanza de contenidos específicos. El profesor crea un ambiente propicio y guía el proceso, pero los verdaderos aprendizajes surgen de los descubrimientos personales. El bienestar no se mide por logros puntuales, sino que se desarrolla a lo largo del tiempo.
¿Esta cultura forma parte de un sistema?
Sí, es una cultura de bienestar que involucra a toda la comunidad educativa: profesores, estudiantes y sus vínculos con el entorno donde se ubica la institución. A diferencia de la educación tradicional, que es fragmentada y desconectada de la realidad de los estudiantes, este enfoque busca una visión más integral y contextualizada.
¿Existe una correlación entre este modelo y el éxito de los estudiantes?
Este modelo acepta, reconoce e impulsa el desarrollo de cada ser humano de acuerdo con sus cualidades, con total respeto. Esto es crucial porque ayuda a los estudiantes a conocerse a sí mismos, algo que muchos no logran, incluso al finalizar la secundaria. No tienen idea de quiénes son.
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¿Qué beneficios ofrece frente a la educación tradicional?
Es una propuesta más enriquecedora. Cuestiona qué recordamos realmente de nuestra experiencia escolar y combate la sensación de inutilidad que muchos adolescentes experimentan en el colegio, donde a menudo saben cómo obtener buenas notas sin necesariamente aprender.
¿Cómo se aplica este enfoque a los adolescentes?
Se pueden implementar talleres y actividades que los jóvenes reciban con entusiasmo, especialmente cuando se les brinda mayor libertad.
¿Cómo hacemos para cambiar el sistema educativo peruano?
Se requiere creatividad, mucha creatividad, buenas voluntades que tienen que estar en la cabeza misma del Minedu. No puede ser un proyecto cortoplacista, sino de largo plazo, complejo, una buena proyección que empiece a medir otras cosas, y no tanto desde la perspectiva de PISA y ese tipo. Tiene que encontrar la manera de llegar a un consenso. Tenemos muy claro lo que significa bienestar y ese tipo de cosas, pero ¿cómo se podría ir logrando? Eso hay que inventarlo para nuestro país, para las particularidades de cada una de las distintas zonas y regiones. Los ambientes escolares tienen que mejorar sistemáticamente, deben tener más movilidad. El aula clásica: pizarra, profesor, pupitres con alumnos, se inventó en el siglo XVIII, y sigue exactamente igual. No va más.
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