El 50% de las empresas peruanas fue víctima de fraude. (Internet)
El 50% de las empresas peruanas fue víctima de fraude. (Internet)

Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

Más del 50% de empresas peruanas sufrió y el 23% de las afectadas registró más de cinco casos de este tipo durante el 2013, reveló un estudio presentado hoy por la agencia Ernst & Young(EY) Perú.

El tipo de fraude más común está relacionado al robo o malversación de activos y en segundo lugar figura el abuso de la posición de confianza de niveles gerenciales y de supervisión. La fuga de información es el tercero más común, seguido de la recepción o pedido de comisiones (sobornos o coimas) con el mismo porcentaje que el fraude por conflicto de interés.

Con relación al impacto financiero que produce el fraude al interior de las empresas, el informe revela que en los últimos cinco años, el 24% de empresas que sufrieron fraudes tuvieron pérdidas de entre US$50,000 a US$100,000 por evento de fraude, y 22% de más de US$100,000 por evento.

"El fraude puede impactar más allá de las pérdidas financieras y costos adicionales generados por los procesos de investigación, asesoría legal y medidas de remediación. Este puede impactar en la reputación de la organización frente al mercado, así como en la confianza sobre la gerencia y sus competencias para proteger el patrimonio de los accionistas", señaló Rafael Huamán, socio de Consultoría de EY.

Asimismo, el estudio de EY identificó cuáles son los medios más empleados en la detección de situaciones de fraude en las empresas. El control interno es el mecanismo más usado para la identificación, seguido de la información proporcionada por el propio personal y en tercer lugar está la función de auditoría interna.

Por otro lado, el informe señala que el 83% de los encuestados no se sienten seguros sobre la suficiencia y efectividad de los controles específicos antifraude de su organización, cifra que guarda relación con el 67% de empresarios cuyas compañías sufrieron casos de fraude y creen que pueden volver a suceder.

Finalmente, el estudio demuestra que el riesgo de fraude es una realidad con la que conviven diariamente las organizaciones en el Perú y unida a los permanentes cambios en el ambiente de negocios (surgimiento de esquemas complejos de fraude, ciberataques, cambios en el perfil de la fuerza laboral, reducción del presupuesto destinado a la prevención, percepción de impunidad frente a hechos irregulares), requiere de ajustes en la estrategia de protección del valor que coloque a las empresas en mejor posición para enfrentar los retos futuros.