Vinicius Jr. es uno de los jugadores que han sido insultado en diversos estadios, pero desde el inicio enfrentó a los racistas y ahora logró una condena contra tres de ellos. (Foto: Pierre-Philippe MARCOU / AFP)
Vinicius Jr. es uno de los jugadores que han sido insultado en diversos estadios, pero desde el inicio enfrentó a los racistas y ahora logró una condena contra tres de ellos. (Foto: Pierre-Philippe MARCOU / AFP)

Rafael Roque

Los insultos racistas que ha recibido a lo largo de su carrera en España tuvieron -por fin- castigo. “Esta condena no es por mí. Es por todos los negros”, dijo el astro brasileño.

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Pero no quedó ahí y lanzó una amenaza a los racistas del mundo: “Que los otros racistas tengan miedo, vergüenza y se escondan en las sombras. En el caso contrario, estaré aquí para exigir”.

Esta condena podría sentar un precedente positivo en el resto de estadios del mundo que han sido escenarios de insultos racistas que prevalecen a la impunidad y a las políticas poco eficaces para castigar estos sucesos.

La lista de insultos racistas que ocurrieron en estadios es interminable, pero recordaremos algunos de estos lamentables sucesos en las ligas internacionales y también los que ocurrieron en el Perú, en más de una ocasión.

Vinicius Jr. se enfrenta con hinchas racistas en el estadio. (Foti: JOSE JORDAN / AFP)
Vinicius Jr. se enfrenta con hinchas racistas en el estadio. (Foti: JOSE JORDAN / AFP)


Perú, país racista

El Perú es un país altamente racista y los estadios no han sido ajenos a estas prácticas. Las sanciones económicas no son suficientes para erradicar estas malas prácticas que nacen en las tribunas.

En 2022, durante la fecha 16 del Clausura, dos sucesos racistas marcaron el campeonato local:

En el estadio Monumental, en el partido Universitario contra Melgar, desde la tribuna occidente le arrojaron un plátano al futbolista Kevin Quevedo. El partido no se paralizó, pero la Federación Peruana de Fútbol (FPF) sancionó a Universitario con una multa de 10 UIT. Inhabilitaron una fecha dicha tribuna.

En el Cusco, en el estadio Garcilaso de la Vega, durante un partido entre Alianza y Cienciano, en la barra comenzaron a cantar “El que no salta es un gorila”. El club cusqueño fue sancionado con 15 UIT. Sancionaron por una fecha la tribuna norte.

Luis Tejada fue una estrella de la Selección de Panamá y una figura indiscutible en el fútbol peruano -en especial de Juan Aurich-, pero esos méritos son insuficientes para los racistas.

El jugador, que falleció en enero de 2024, quizá haya sido uno de los futbolistas que más ataques racistas recibió en el Perú:

  • Cuando jugaba en César Vallejo en 2014 fue insultado en el Monumental, que fue sancionado con 10 mil soles.
  • Ese mismo año, pero en octubre, también recibió insultos racistas cuando jugaba contra Sporting Cristal y estuvo a punto de abandonar la cancha.
  • En 2015, cuando regresó al Aurich, también fue atacado con frases racistas en el estadio Garcilaso de la Vega en Cusco. En esta ocasión salió de la cancha ofuscado y su equipo jugó con 10 hombres.


Italia, insultos constantes

El francés Mike Maignan, arquero de Milán, no lo soportó más y se fue cuando escuchó que la barra contraria le hacía sonidos de un mono.

Ocurrió en un partido contra Udinese en enero del 2024. En el minuto 30 se hartó, avisó al árbitro de lo que sucedía y se fue a los vestuarios. El resto de sus compañeros lo siguió.

Cinco minutos después regresó al campo, el partido continuó, ganó su equipo, pero el fútbol perdió.

“Estaba enfadado, no desilusionado. No es la primera vez que sucede (...) Los aficionados en las gradas, que vieron todo, que escucharon todo, pero decidieron quedarse callados, son cómplices”, expresó.

El racismo y la homofobia no son extrañas en los estadios de Italia, jugadores como Romelo Lukaku, Moise Kean, Kalidou Koulibaly, Tiemoué Bakayoko, Denzel Dumfries y Dusan Vlahov han sido víctimas de diversos insultos.

Mike Maignan recibió insultos racistas en Italia. (Foto: Piero CRUCIATTI / AFP)
Mike Maignan recibió insultos racistas en Italia. (Foto: Piero CRUCIATTI / AFP)


Francia, el caso Neymar

No hay mes que en la Ligue 1 y la Ligue 2 de Francia no haya una denuncia de racismo, incluso dentro de la cancha. En 2020, el brasileño Neymar denunció que Álvaro González del Olimpique le dijo ‘mono’ durante un clásico.

El partido terminó y no hubo sanción porque no se pudieron demostrar los insultos.

En la Ligue 2, el club Brest dijo que su delantero argelino Islam Slimani fue insultado por el capitán del Clermont, Johan Gastien, que le dijo “sucio blédard”, término francés despectivo para describir a los inmigrantes del norte de África.

Neymar se arrodilla en el campo contra el racismo antes de un partido de  la Liga de Campeones. (Foto: FRANCK FIFE / AFP)
Neymar se arrodilla en el campo contra el racismo antes de un partido de la Liga de Campeones. (Foto: FRANCK FIFE / AFP)


Chile y el racismo legitimado

En Chile, el jugador camerunés Job Bogmis reveló el secreto de los racistas: la intencionalidad. Si una frase racista se dice desde la ignorancia o “sin intención” no debería ofender, se excusan.

Así lo explicó el jugador de Santiago Wandereres en abril de 2023:

“Atrás de mi camiseta tengo mi nombre y me tienen que llamar así. Por mi nombre. No de negrito. Yo no le digo a nadie más de otra forma”.

El racismo en el fútbol, en la vida misma, busca legitimarse escondiéndose bajo distintas estratagemas para lograr la impunidad.

“La palabra es una palabra fea que no quiero escuchar más en un estadio de fútbol. Mi nombre es mi nombre”, enfatizó el jugador.

El jugador Job Bogmis exige que se le llame por su nombre. (Foto: Instagram)
El jugador Job Bogmis exige que se le llame por su nombre. (Foto: Instagram)


La ley ‘Vini Jr.’

En el estado de Paraíba (Brasil) se promulgó la ley ‘Vini Jr.’ que busca combatir el racismo en los estadios con un protocolo que tiene previsto la interrupción de un partido cuando haya una manifestación de conducta racista “sin perjuicio de las sanciones civiles y penales previstas en el reglamento de competición y en la legislación deportiva”.

Asimismo, será obligatorio en los estadios y polideportivos de la ciudad la divulgación y realización de campañas educativas contra el racismo en los descansos y antes de los eventos deportivos.

Pese al rechazo que recibe Vinicius desde que se “comió” el pleito de enfrentarse contra el racismo, donde muchos lo tildan de exagerado o ridículo, de victimizarse o le piden que se dedique solo a jugar, su lucha es la lucha que otros tantos jugadores deberían imitar y las autoridades atender.

Así lo resume el futbolista, que poco a poco se va convirtiendo en un crack dentro de la cancha y una leyenda fuera de ella:

“Muchos pidieron que ignorase, otros tantos dijeron que mi lucha era en vano y que solo debería ‘jugar al fútbol’. Pero, como siempre dije, no soy víctima de racismo. Soy verdugo de racistas”.

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