Pedro Aquino, aguerrido mediocampista de la selección peruana, siempre tuvo claro que quería ser futbolista. Con tan solo 7 años, el volante de la bicolor pasó una prueba en Sporting Cristal, club del cual es hincha acérrimo y en el que debutó profesionalmente.
En conversación con Día D, la madre de Aquino reveló que, desde sus inicios, el jugador del León de México no podía despegarse del balón y que las pistas de San Martín de Porres fueron testigos de su talento.
"Le compraba sus carritos para que juegue, pero nunca quiso jugar con los carritos. Él solo quería jugar con la pelota. Toda la vida era la pelota. Le compramos la pelota y rompía las tasas", señala Susana Sánchez.
La hermana de Pedro Aquino recordó las veces que el volante de la blanquirroja jugaba con el esférico en las pistas de su barrio.
"Jugaba con los más grandes y jugaba como si fuera uno de ellos. Usaban el catre de la cama para armar arquitos pequeños y jugar en la calle", resalta.
CUMPLIÓ SU SUEÑO
Tras formarse en la menores de Sporting Cristal y disputar todos los torneos de su categoría, Pedro Aquino debutó en Primera División luego que Daniel Ahmed lo hiciera ingresar en un partido ante Cienciano en 2013.
Durante las siguientes temporadas, Aquino se hizo un lugar como pieza importante del cuadro rimense y después pasó a formar parte imprescindible del once titular.
Su talento lo hizo emigrar rápidamente, siendo el Monterrey de México el club que compró su pase para prestarlo al Lobos BUAP, donde coincidió con Luis Advíncula.
El buen rendimiento de Aquino en el fútbol mexicano fue clave para que lograra integrar la lista final de Ricardo Gareca en el Mundial Rusia 2018, donde jugó los tres partidos de la selección.
Hoy, Aquino, a su aguerrido juego en el mediocampo le ha sumado goles y los número lo demuestran: en sus últimos dos partidos, el ex volante de Cristal tiene tres goles.