El lado oscuro del fútbol. Una de los íconos futbolísticos de Inglaterra padece problemas cerebrales por cumplir con su función dentro del campo de juego mientras se dedicó a esta profesión. Alan Shearer le dio tanto al deporte rey, pero este ahora le quita calidad de vida.
"Cuando uno se convierte en profesional, se espera tener más tarde problemas de espalda, rodilla o tobillo. Pero jamás pensé que el fútbol estaría ligado a enfermedades cerebrales", manifestó el ex delantero al diario Daily Mirror.
Los días de Shearer son duros en la actualidad. Nunca imaginó que todos los goles que convertía rematando de cabeza le pasaría factura años después. "Por cada gol que anoté de cabeza, marqué mil en los entrenamientos. Los resultados de los exámenes son más bien preocupantes. Mi memoria es horrible; es muy débil, no sé si es porque no escucho", confesó.
En febrero de este año, un estudio realizado en el Reino Unido por el University College London Hospital y por el Hospital británico de neurología y neurocirugía había demostrado los riesgos para los futbolistas de contraer enfermedades neurológicas que provoquen demencia, según informó el diario español El Mundo.
A veces, trayectorias impecables como las de Alan Shearer pueden acabar con un desenlace ingrato. "Hay que estar seguros de que el fútbol no sea un juego mortal", añadió.