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Ximena Prialé: “La discriminación es una herida que marca por siempre”
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En una actuación para primaria, la profesora de Ximena Prialé la escogió para que interprete a un ángel. Era el escenario de su colegio en Huancayo (Junín). Ximena no se explicaba bien las razones por las que fue elegida pues consideraba que no destacaba entre los demás de su salón, salvo por su color de piel: ella es blanca y sus amigos no. Conforme pasaron los años, seguía siendo elegida para los roles principales, pero la incomodidad crecía.
Llegó a la universidad y pensó que la situación cambiaría. Sin embargo, tras pasar un semestre estudiando en la PUCP en Lima, sus amigos le dijeron que seguro le fue bien porque “es blanquiñosita”. ¿Su color de piel la hacía mejor que otros?
Lo que era una incomodidad cuando era niña y adolescente, Ximena decidió transformarlo. Tomó acción y puso su granito de arena: Semilla Intercultural. Una ONG que busca combatir la discriminación étnica racial entre los adolescentes de Junín a través de la promoción de una educación intercultural que cuenta con brigadas formadas por estudiantes de los colegios. El proyecto es uno de los 21 ganadores del concurso Próceres del Bicentenario.
¿Qué actos de discriminación ocurren entre los adolescentes de Junín?
Lo hacen de muchas formas. Lo siguen haciendo por el color de piel. Por cosas así, ponen apodos. A varios chicos les incomoda que les digan “negrito”. Algo que hemos notado es que ahora no discriminan tanto porque hablen en quechua sino por cómo hablas el castellano, lo que llamamos “hablar con motosidad”. Dicen que se les sale el mote. Pero también lo hacen por rasgos físicos, por ser el más gordito o flaquito.
¿También se discrimina por la procedencia?
El año pasado aumentaron varios casos por la llegada de venezolanos al Perú, también a Junín. Existen casos de quienes defienden continuamente los derechos de la comunidad indígena pero hablan mal de ciudadanos refugiados y de migrantes extranjeros.
Son actos y palabras dichos de joven y tal vez en plan de broma, pero uno no se da cuenta de que los lleva adentro cuando crece. Son como una herida.
Sí, es una herida y la seguimos cargando cuando somos adultos, eso es lo peor. Son cosas que quedan y te marcan por siempre. Cuando estos temas se hablan, lo naturalizan como si se tratara de una broma.
¿Por qué cree que se ha naturalizado la discriminación?
Porque es parte de un proceso histórico. Si lo analizas, se habla de ello desde la llegada de los españoles y cómo las poblaciones fueron maltratadas. Conforme pasan las generaciones, se va imponiendo la idea de que lo blanco y europeo es superior. Y todo ese daño va siendo arrastrado de generación en generación.
Y es ahí donde se debe desarrollar la interculturalidad, que es parte vital de Semilla.
Sí, en que se debe construir una identidad intercultural. El reconocimiento de la diversidad. No es que ha aparecido de un día para otro sino que se ha transmitido por generaciones. La idea de que una lengua es inferior a la otra. O que tu color de piel o facciones son menos que otras. Ese tipo de pensamiento se ha quedado en nuestras mentes. La idea es que los dejemos de transmitir.
Antes estos temas no eran tratados, eran considerados tabú. De alguna forma, es un paso hacia adelante que ahora se discuta sobre la discriminación.
Creo que en algún momento debió ser un tabú y no se hablaba de esto. Ahora tenemos la libertad de hablar de esto, como también de comunidades que han sido maltratadas y violentadas. Y que tengan la posibilidad de decir lo que sienten. Ahora que estamos a puertas del bicentenario, es importante debatirlo.
¿Qué debemos entender por discriminación?
Hay una línea delgada para definir qué es. Hay una frase que indica que se construyen identidades con libertad. La idea de identidades libres de discriminación tiene que ver con nuestra dignidad humana, en que se respete quiénes somos. No tiene que ver con reivindicar culturas sino con el bienestar, el acceso a derechos.
Se suele hablar de la discriminación inversa, ¿crees que existe?
Sí considero que existe. No se da solo porque una persona tenga una carga histórica (por sus antepasados), que provenga de una población indígena, por sus rasgos físicos o por un castellano mal hablado. El rechazo hacia lo inverso también es negativo porque también genera un tipo de daño. Cuando era adolescente, yo sentía que de alguna forma mis demás compañeros me apartaban por mis características. Creo que es negativo.
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Entre las actividades que has trabajado en Semilla, ¿sientes que se ha logrado algún cambio en los chicos de Junín?
Sí, lo he notado especialmente entre las personas con las que trabajamos. Cuando hablamos de algunas cosas, preguntan si lo que declararon fue de alguna forma discriminante. El hecho que en su cabeza esté, la idea de que lo debieron decir, que se expresaron mal o que pudieron causar daño a alguien, me hace entender que han interiorizado. Lo mismo me ha pasado con muchos de los adolescentes con los que trabajamos. Eso puede parecer insignificante pero para mí es valiosísimo.
Como si hubieras sembrado la semilla contra la discriminación...
Como si hubiera sembrado la semilla y lo van a evaluar. Y en adelante evitarán hacer sentir mal a alguien. El hecho de que lo consideren así es muy valioso.
¿Cómo crees que el Perú debe llegar al bicentenario frente a la discriminación?
Creo que hay avances pero aún es una tarea pendiente como sociedad. No solo para reconocer a nuestras culturas, para decir que estamos orgullosos y qué lindo es mi país multicultural, sino que de verdad nos planteemos cómo afrontar la discriminación, como un gran proyecto intercultural.
DATOS:
“Soy Ximena Prialé Córdova, soy comunicadora de profesión. Fundé Semilla Intercultural, una de las 21 organizaciones ganadoras del concurso Próceres del Bicentenario”.
“Las brigadas interculturales con las que trabajamos tienen varias funciones que están relacionadas al componente principal de Semilla Intercultural. Sus funciones son, primero, fortalecer la identidad intercultural de los compañeros de colegio. Segundo, desarrollan esa identidad y se reconocen las demás diversidades culturales. Y tercero, luchan contra la discriminación étnico racial a través del reporte y seguimiento para mostrar lo negativo que es”.
“Desde 2016 que fundamos Semilla Intercultural, hemos trabajado con 300 voluntarios por distintos periodos. Desde entonces, hemos formado alrededor de 1,000 adolescentes de las nueve provincias de Junín”.
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