Victoria Guerrero: “La poesía no puede ser transacción mercantil”

Victoria Guerrero Peirano (Lima, 1971) ha publicado En un mundo de abdicaciones (FCE). Conversamos sobre la renuncia, la mujer, la poesía y el afán mercantilista literario.

¿Por qué En un mundo de abdicaciones?La renuncia a un montón de causas ha tenido algunas consecuencias graves. Se trata de qué hacer sobre esas ruinas de la abdicación, si se puede seguir construyendo otras luchas.

En el libro cita a Carmen Ollé: "Me sofoca la cultura, la vitalidad que viene envuelta en esa pócima…". ¿Por qué?Tiene que ver con estar en contacto con el espacio de la naturaleza y la construcción manual antes que en la pura cultura.

También se pregunta: ¿A quién le importa la escritura de una mujer?Cuando ejerces una escritura de género estás en sospecha de estar en un gueto. Y cuando no, puedes convertirte en traidora.

¿Aún se mira con desconfianza la producción de una mujer?Sí. Se le pide más para estar en los medios y ser parte de una tradición.

¿Cómo ve el movimiento poético?Hay más incursiones en perfomance, se trabaja una poesía de lenguaje. Hay este deseo de salir de la poesía de libro, para hacerla interdisciplinaria.

¿Y qué camino quiere que siga su obra?Me interesa la escritura, pero me ha interesado hacer una lectura más efectiva. De repente trabajar con un músico para tratar de darle otro sentido a la lectura pública, porque a veces la lectura pública puede caer en algo muy laxo, en un arrullo.

En el poemario apunta que la escritura es un arte de la pobreza. La poesía no puede ser un espacio de transacción mercantil, como sí podría serlo cierta narrativa.

¿Hay narradores que escriben con un afán mercantilista?Sí, claro, todos los que escriben autoayuda.

¿Y en la producción 'más literaria'?No sé si con un afán mercantilista, pero sí con un afán de hacerse más notorios.