Steffanie, ‘La Cheffys’: “De ti depende ser feliz haciendo lo que te gusta”

Con el pasar de los años el anime pasó de ser solo ese dibujo animado que transmitían por las tardes en un canal de televisión nacional a convertirse un fenómeno mundial que hoy forma parte de la vida de millones de personas. Vidas como la de Steffanie, más conocida como ‘La Cheffys’ en redes sociales, una joven publicista peruana que vive en Nueva York y cuya pasión por el anime, el manga y la cultura japonesa la llevó a crear una comunidad de más de medio millón de seguidores.

Para Steffanie, quien hoy trabaja junto al gigante tecnológico Meta en un programa para creadores de contenidos latinos en Estados Unidos, es importante que cada vez más personas se sientan libres de expresar su gusto por el anime a pesar de los prejuicios o estigmas sociales que puedan existir alrededor de este mundo.

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¿Cómo describirías el anime a alguien que no tiene idea de lo que es?

El anime es un género de animación de origen japonés bastante popular que narra historias sobre diversos temas. Lo que primero puedo decir sobre el anime es que no es solo para niños y que no debe ser juzgado antes de ser visto. Así como no se debe juzgar un libro por su portada, no se puede juzgar el anime por cómo se ve. Las historias que se cuentan pueden ser extremadamente profundas y buenas. Incluso las tramas pueden ser increíbles al nivel de una serie aclamada como Breaking Bad. Seguramente muchos pueden pensar “pero son dibujitos y yo soy una persona adulta, no es para mí”. Ese pensamiento no debe limitarte, porque hay todo un mundo muy interesante detrás del anime. Los animes, por lo general, tienen una trama compleja. Sus historias no son nada predecibles.

¿Cuál fue tu primer contacto con el anime?

Fue viendo Dragon Ball, cuando tenía solo cinco años. A esa edad no sabía lo que era el anime, simplemente llegaba a mi casa del colegio y veía canales nacionales, que en los años 90 pasaban mucho anime en su programación. Más adelante, comencé a ver animes como K-On! y otros. Poco a poco fui entendiendo qué era el anime y la relación que tenía con la cultura japonesa. Hoy el anime se ha convertido en parte de mi vida y es parte de quien soy. No hay día en que no vea anime; lo hago porque me gusta y también porque es parte de mi trabajo como creadora de contenidos. Me levanto y veo un poco de One Piece y en cada comida me acompaña un anime.

¿La cantidad de fanáticos del anime ha crecido en los últimos años?

Sí y me parece increíble. Solo basta ver un poco atrás, cuando yo estaba en el colegio, se hablaba de anime, pero no tanto como ahora. Recuerdo que, cuando estaba en primaria, Pokémon era ya un fenómeno bastante grande y le gustaba tanto a chicos como chicas. Pero ahora no estoy segura si ha tenido influencia directa la pandemia y el mayor tiempo en casa, pero la gente está hablando cada vez más de anime. De pronto, ahora estamos viendo un boom y lo vemos en la televisión, el cine, plataformas de streaming, videojuegos, gastronomía y eventos de gran magnitud. También hoy en día, gracias al Internet y la globalización, hay mayor accesibilidad para aprender más sobre las cosas que te gustan.

¿Existe aún una idea equivocada de que el anime es solo para un cierto tipo de personas?

Ahora es muy normal que alguien le guste el anime. Ya no está el estigma de que eres alguien raro al que le gustan los muñequitos que pelean. La gente ahora entiende que te pueden gustar cosas diferentes como los k-drama, el k-pop o las novelas turcas. Incluso hay muchos actores, cantantes o deportistas famosos que han admitido que les gusta el anime. Poco a poco, podría convertirse incluso en una especie de catalizador social, pues ahora vemos cada vez más grupos de personas que se juntan y se disfrazan de sus personajes favoritos de anime.

¿Por qué aún a muchos amantes del anime les cuesta aceptar que les gusta?

Detrás de eso hay un tema social y del miedo al qué dirán. Incluso en un momento hice un video sobre “¿Por qué tienes miedo de hablar de tu anime favorito frente a otros o de hacer cosplay?”. Los comentarios eran súper tristes, sin importar el género: tanto mujeres como hombres tenían la preocupación de lo que diría la gente. Muchos tienen miedo de ser juzgados y de recibir burlas. La sociedad, en redes sociales, es muy tóxica a veces. En resumen, muchos fans del anime no quieren que se burlen de ellos. Los niños a los que les gusta el anime son incluso más sensibles a esos prejuicios, pero también hay adultos que no quieren que sus amigos se burlen de ellos. Muchos tienen temor de que, si se abren así con otras personas, serán tildados como raros. Pero es muy bonito cuando te abres y descubres que tus amigos también disfrutan de lo mismo que tú. Siempre aliento a mi comunidad a ser ellos mismos. A veces da vergüenza salir de tu zona de confort, pero ello te puede llevar lejos y cambiarte completamente la vida.

Mencionaste que muchas personas creen que el anime es solo para niños. ¿Hay una edad para ver anime?

Como con todo en la vida, los niños siempre tienen que ser supervisados. Siempre hay que tener cuidado, porque hay anime para todas las edades y no todas las historias son para niños. El hecho de que sean dibujos no quiere decir que las tramas sean para niños. De hecho, una vez me escribió una señora preguntándome qué animes podían ver sus hijos de cinco años. Creo que, en ese sentido, sí debe ponerse límites. Pero, de ahí, si tienes 60 años y quieres ver anime, bienvenido. El anime es para todos, no discrimina. Hay anime para todas las edades. Incluso están las del Studio Ghibli, que son arte y pueden ser apreciadas por cualquier persona.

¿Qué tan positivo puede ser el impacto del anime en la vida cotidiana de las personas que lo ven?

Creo que, depende del anime que veas, puede ser muy grande el impacto. He escuchado experiencia de mis seguidores. Recuerdo que, en mis inicios como creadora de contenidos, hice un video sobre “¿Cuál fue el anime que cambió tu vida y cómo?”. Varios seguidores contaban que ver tal animé los motivó a seguir con sus vidas o a superar situaciones muy feas. Incluso, en esa época de la pandemia, algunos habían perdido familiares o amigos. Muchos se inspiran en animes y en sus protagonistas para no rendirse ante las adversidades. Eso es lo bonito del anime, pues muchos sirven de inspiración y motivación.

AUTOFICHA

“Mi nombre es Steffanie. Nací en Lima y me crié en San Miguel. Estudié Publicidad y Marketing en el Instituto Peruano de Publicidad. Vivo en Nueva York hace algunos años y trabajo como publicista. Soy gran fanática del anime y del manga. Amo el café, es parte de mi día a día”.

“Mi comida favorita es la causa de pollo. Me encanta cocinar, creo que es porque crecí en una casa donde todos odiaban cocinar y crecí comiendo comida muy fea (risas). También me gusta probar comida de diferentes culturas; creo que la comida une a la gente”.

“A pesar de vivir fuera del Perú, siempre extraño a mi gente y a mi país, a mi familia y mis amigos. Soy de esa gente a la que le gusta escuchar los soundtracks de los animes. A veces se me pegan las canciones tendencias que usan en TikTok”.