POR: DON LUCHO
Nuevamente, una tarde que parecía soleada se fue apagando para convertirse en gris, como la bravura de los toros de Núñez del Cuvillo, que fueron justitos de presencia y de kilos, no tuvieron la calidad deseada para el triunfo de los tres diestros. No hay que ser mezquino y debo destacar la bravura del lidiado en cuarto lugar; pudo haber tenido mejor fin. Perera de tabaco y oro, Alfonso de Lima de gris y azabache, Borja Jiménez de celeste turquesa y oro. Hoy la banda parece que almorzó en Puerto Chimbote. Y el tiro de arrastre muy oportuno.
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Primero de Núñez del Cuvillo, CACAREO, #108, con 471 kilos, listón, chorreado en verdugo. Remata en burladeros y va al caballo que guarda la puerta, David de la Barra. Este señala buen puyazo. Tercio alegre y pronto de El Loro y Camucho. El matador Borja Jiménez confirma alternativa (si el reglamento así lo indica, hay que cumplirlo, así no estemos de acuerdo). Brinda al público, muletazos en tablas con rodilla en tierra y faena en los medios. Una tanda más y hace relumbrar los bronces de los cachimbos. Hay invertidos y los oles suenan, un desarme y se silencia la música (por qué, no lo sé). Nuevamente, la faena regresa a las palmas, pero la faena bajó de tono. Una estocada (quizá de la feria), los pañuelos aparecen en los tendidos. El presidente de la corrida otorga la oreja que pasea mientras el matador con las manos dice “el próximo toro”.
Segundo de Sancho Dávila, BRUMADOR II # 40, con 479 kilos. Negro, listón, bien armado. Sale suelto del percal de Perera que lo lleva al caballo. Ángelo Caro realiza un puyazo al que metió los riñones (atención, señores del jurado: podría ser de la feria). Devolución de trastos de confirmación; después, el permiso. Hay un brindis en el callejón (no distingo ver a quién), muletazos obligando a embestir. Todos los pases son tirando del toro, pero muy despegados, que el público supo apreciar, algunos pitos en Sol. “Labor aburrida”, gritan del Tendido. Tras dos pinchazos sin soltar. Deja una entera. Silencio.
Tercero de Núñez del Cuvillo, CAMPANITO # 117, con 461 kilos, negro, se ve joven, terciado. Alfonso de Lima nada con el percal, su labor es llevar al caballo de Yaco II, sale quebrantado y acusa mansedumbre. Después del segundo puyazo, Borja J realizó quites en los medios con ovación. El tercio de garapullos no pasará a la historia, brinda al público y va a tablas para iniciar la faena, lo lleva a los medios, el animal se cuela por el pitón derecho. “Cantó la gallina”, decían los antiguos revisteros. El toro se rajó. Alfonso coge la tizona y en tablas entra a matar. Pincha en los bajos, otro pinchazo, luego deja una casi entera de efectos rápidos. El marrajo dobla pronto. Silencio.
Intermedio con las amazonas y caballos peruanos de paso al compás de la marinera.
Cuarto de Núñez del Cuvillo ESPARRAGUERO, #34, con 460 kilos, castaño, colín, bociblanco, ojo de perdiz, clacetero, que fue el mejor de la tarde. Perera deja ver unos lances a la Verónica jaleados. En el caballo recibe un puyazo corto, en banderillas solo un buen par del español. Brinda al público de Acho e inicia su faena con quietud en los medios, con pases cambiados, hay delirio y suena el pasodoble que acompasó la faena. Circulares invertidos, pero la faena se vino a menos. Está variado, destacan las manoletinas. Deja una entera en los bajos, que hace doblar al toro. El juez de plaza ordena una generosa oreja que fue justamente protestada.
Quinto de Núñez del Cuvillo, VIOLETA,#75, con 509 kilos para Alfonso de Lima. Castaño claro, bociblanco, ojo de perdiz, se revuelve pronto y por ahí unos olés, que no sabemos por qué. Después de un puyacito hay quites jaleados. Banderillas sin ton ni son. Brinda a su familia e inicia la faena de hinojos. Hay esperanza en sus muletazos, el burel se cuela, pero insiste sin éxito. Con la de cobrar muy poco o nada, le gritan abrevia. Alfonso de Lima deja una estocada entera que demora. Descabello. Silencio.
Sexto de Núñez del Cuvillo, RICARDITO, #174, con 469 kilos, burraco, terciado, bonito de tipo, pero se ve pequeño en un ruedo grande. Se ve deslucido. Verónicas, chicuelinas, que levantan al público, Borja Jiménez lo lleva al caballo, y le tapan la salida, el torito se duerme en el peto. Brinda al público y echa agua a su muleta. Empieza sentado en el estribo. Lo recibe de largo, pero el toro no tiene más recorrido. Se para y el torero está encima para arrancarle los pases. El juez ordena la música y suena el pasodoble Silverio. Hay redondos y olés. Circulares invertidos, hace gala de su valentía en los desplantes. Deja una estoca contraria muy visible al buen aficionado. Otra vez el presidente de la corrida de apellido adoptivo REGALADO concede una oreja.
RESUMEN DE CORRIDA
Tarde de Sol y Sombra, con más de medio aforo de plaza, se lidiaron cinco toros de la ganadería española de Núñez del Cuvillo y uno de Sancho Dávila, justitos en peso, excepto uno de Núñez del Cuvillo, los demás bajos, algunos terminaron defendiéndose, pero el lidiado en cuarto lugar fue el que tuvo más calidad. Miguel Ángel Perera: silencio y una oreja. Alfonso de Lima: silencio y silencio. Borja Jiménez: una oreja y una oreja. Salida a hombros de Borja.
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