La primera mujer asiática en ganar un Nobel celebró el premio junto a su hijo tomando el té. Han Kang (Gwangju, 1970) comenzó a publicar sus poemas en 1993, en una revista local llamada Literatura y Sociedad. Treinta años después, obtiene el título más prestigioso de las letras, uno que se ha repartido en 117 ocasiones (y solo 17 veces a mujeres). Al recibir la llamada de la Academia Sueca el último jueves, dijo sentirse “muy sorprendida y honrada”, pero desde entonces no ha hecho declaraciones. La escritora de la pérdida y el silencio es una extensión de su obra.
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Hija de Han Seung-won, un escritor surcoreano, Han conoció los libros desde muy pequeña. En una entrevista, incluso contó que leer le sirvió como refugio para soportar una infancia pobre y una escolaridad especial que la llevaron a pasar por cinco colegios diferentes. “Mi infancia es una historia de libros”, mencionó agradeciendo profundamente a la literatura por haberla acompañado.
Fue en 2007 que Han inició un camino que le otorgaría reconocimiento internacional. Aquel año publicó La vegetariana y, si bien las luces no vendrían de inmediato, en 2012 ocurriría un suceso que le daría el empuje que necesitaba. Sunme Yoon, una traductora surcoreana que vivió en la Argentina desde los cinco años, leyó la novela y, al quedar impactada, pensó de inmediato en traducirla al español. Convenció a una editorial en Buenos Aires de publicar el disruptivo libro. Kang considera este hecho como el verdadero inicio de su internacionalización.
Cuatro años después, La vegetariana sería traducida al inglés y ganaría el Premio Man Booker 2016. El despegue de Han Kang era ya innegable.
LA VEGETARIANA
Una mujer se niega a comer carne. La premisa de la novela más famosa de Han Kang es en realidad una alegoría. ¿Qué ocurre cuando una mujer surcoreana acostumbrada a asentir le dice “no” a su esposo, a su familia, a su sociedad rígida? Un artículo de El País menciona que, a casi dos décadas de haberse publicado, la obra está prohibida en algunas bibliotecas y colegios de Seúl, acusada de distorsionar la sexualidad entre los menores.
El escritor peruano Alonso Mesía Macher (Lima, 1989), quien radica en Barcelona, se topó con La vegetariana hace un año cuando propuso que la obra sea leída en el club de lectura al que asiste junto a dos amigos chilenos. Que el libro de Kang haya ganado el Man Booker Prize 2016 había sido razón suficiente para generarle aquel entusiasmo.
“Es interesante porque, en La vegetariana, funciona mucho lo que no se dice. Considero que su mérito está ahí. Es una gran metáfora de la agencia que tiene una mujer surcoreana para tomar o no decisiones. De un día para otro empieza a ser vegetariana y tira carnes, huevos, etcétera, a la basura. Esto genera en su entorno matrimonial un terremoto a partir de que, básicamente, es la única decisión que ha tomado en toda su vida. Y, claro, su entorno no está preparado de que una mujer que siempre ha sido dócil tome una decisión que no pareciese ser tan radical, pero que, para la trama de la novela de la obra, sí lo es”, comenta el autor de Días bellos, pero no tanto (2019) sobre la novela de Han, la cual a estas alturas ya podemos afirmar que la catapultó al Nobel.
Hasta el momento, solo hay cuatro libros de Han Kang traducidos al español, todos por Sunme Yoon: La vegetariana, La clase de griego, Actos humanos y Blanco. A fines de año, se publicará su nueva novela Decir adiós es imposible.
¿Es La vegetariana un buen inicio para adentrarse al universo Kang? Mesía recomienda hacerlo, “pero tomándolo con expectativas adecuadas. Ahora que ha ganado el Nobel hay que leerla, no pensando que es una obra maestra, pero sí como una novela lograda, donde lo simple, lo no dicho y la metáfora la sostienen. Con las expectativas adecuadas, el libro puede llegar a ser muy placentero”, sostiene.
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