Redacción PERÚ21

redaccionp21@peru21.pe

A lo largo de la rica historia de se han visto importantes edificaciones y esfuerzos mancomunados realizados gracias a las peleas de toros: iglesias, comisarías, aulas de colegios, postas médicas, locales comunales.

Esta tradición de solidaridad comunitaria aunada con la fortaleza taurina se traduce en una imagen potente que enorgullece a las personas, tanto de su legado como de su presente cultural.

Grandes cornúpetas del siglo XX como Menelik, Fugitivo y Salaverry han profundizado el arraigo de esta afición entre las gentes, quienes vibran en torno a las peleas y han asociado estos encuentros a cachazo limpio con la identidad misma del ser arequipeño.

Texto y fotografías de Roberto Cáceres

TAGS RELACIONADOS