Pablo Holman, vocalista de Kudai: “Lo que estamos logrando como banda se lo debemos a las adversidades”

Casi siete años después de aquel día, Pablo recuerda como si fuese ayer el momento en el que decidió decirles a sus amigos que sería una gran idea volver a juntarse. Desde México, antes de llamarlos por Zoom, pensó en sus reales posibilidades. ¿Qué podría salir mal?, concluyó. Si finalmente el reencuentro no se da, pues listo, no pasaba nada; la amistad con sus tres amigos —hermanos— continuaba.

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Llamó y todo salió perfecto.

Tanto así que lo que se preveía que fuese un reencuentro terminó siendo una continuación, la segunda parte en la historia del grupo chileno que hizo cambiar de peinados a adolescentes y elevó sustancialmente la venta de piercings. Kudai había vuelto.

Bárbara, Nicole, Tomás y Pablo llegan a Lima para tocar este jueves. Ya no son los adolescentes de pelos locos, sino músicos capaces de sumarle creación a la nostalgia. La intensidad de sus miradas permanece, aunque ya ha pasado buen tiempo desde que Pablo llevara el pelo corto.

-Pablo, ¿cuántas veces ya en Lima?

Para nosotros es una plaza bastante importante llena de fans, de gente que queremos. Es un público súper ferviente que nos encanta ver cómo disfruta nuestra música, que nos encanta ver sus ganas de ver a Kudai. Así que estamos muy expectantes por el show y toda la gira. Yo creo que hemos ido al país unas 20 veces por lo menos. Han sido tan lindos y amables de seguirnos pidiendo, de seguir hablando con los promotores. Hemos sido afortunados de compartir carteles con bandas enormes como The Offspring, Cultura Profética o Miranda e innumerables bandas locales. No importa cuantas veces vayamos, siempre está lleno. Seguiremos yendo las veces que sean necesarias.

- Revisando diversas entrevistas es fácil darse cuenta de tu locuacidad. ¿Has caído en la cuenta de su origen?

No lo sé. Sin duda al haber empezado a viajar hace muchos años me ha hecho conocer muchísimo, Me he podido nutrir de culturas, personas, momentos, lugares, países que me han hecho poderme expresar. Mi caso es particular porque yo desde que vivo en México, desde hace 18 años, me di cuenta de que por su lenguaje a los chilenos no suelen entenderlos mucho en el extranjero. Me estresaba un poquito que no me entendieran al ponerme comunicar, entonces yo particularmente empecé a neutralizar mi acento y eso ha ayudado a que mi manera de expresarme sea un poquito más neutral. Siento que he tenido facilidad para expresarme ante una cámara, con la gente, para animar al público. Supongo que es una virtud que se ha desarrollado con los años.

- Te iniciaste en los escenarios a los 9 años. Ahora con 35, ¿crees que fue lo mejor?

Es subjetivo. No cambiaría nada de mi presente; por ende, no podría cambiar nada de cómo se dio en el pasado. Empezar tan niños hace que, obviamente, vivas momentos de otra manera. Por ejemplo, yo no pude estudiar una carrera universitaria, no pude estar con mis amigos de Chile durante estos procesos. Pude haber tenido más novias o estar ahora casado, no lo sé... pero no cambiaría nada.

¿Cuándo caes en cuenta de que estás viviendo el sueño con Kudai?

Mira ese tema es bien loco, porque como bien dices tú tal vez relacionar el éxito de una banda con las cosas que ha ganado o los lugares a donde ha llegado es muy importante, pero para darte una respuesta más concreta yo siento que hubo un momento en el que yo ya no podía caminar en la calle tranquilo. Salir a comprar un disco, tomar café o salir con mis amigos se volvió una situación incómoda. Hablo de manera personal. En algún momento tuve que ir por alguna salida de emergencia o me tuvieron que sacar de algún lugar. Entonces un momento el que decía: “órale, ya estamos en un punto en el que no podemos ser nada más que ser artistas”. Supongo que sería ese momento.

- ¿Y cómo se conversaba eso dentro del grupo?

Para nosotros todo esto era una cotidianidad. Yo veía a mis compañeros todo el tiempo, entonces lo lógico era que cuando llegáramos a casa nos separemos un poquito para tener un espacio, aunque también teníamos mucha gente en común. Pero fue muy bonita la convivencia, con altos y bajos. Yo creo que como cualquier relación humana pues obviamente había roces normales como amigos como familia.

“Hubo un momento en que dije: ‘Órale, ya estamos en un punto en el que no podemos ser nada más que ser artistas’”.

-Una charla TEDx de 2018 la titulaste “Para desaparecer las sombras hay que proyectarles luz”.

Vivir tantos años en México me ha llevado a tener muchos contactos y un día se me acerca la agencia productora de TEDx México y me dicen “oye Pablo, sabemos que pues perteneces a un grupo y nos encantaría invitarte a ver si quieres participar de la charla”. Como primer filtro está el contarnos todo para ver de qué podemos hablar. Había luchadores, artistas, expositores... Yo empecé a hablar de un tema en específico que ya luego no se desarrolló. Sin embargo, también toqué el tema de que, cuando el grupo se separó (2009), yo fui a mi armario y, literal, no tenía una identidad como Pablo Holman. Llevaba muchos años con mi identidad de artista y por primera vez la vida me ponía la opción de retomar una vida normal.

-Ahí había algo que contar.

Sí, empecé a desarrollar cómo fue llegar a ese punto. Fue una experiencia gratificante. Si te soy honesto, me puse muy nervioso, pero lo que pude lograr de alguna manera expresar es que a las sombras hay que proyectarles luz. Y que nosotros somos al final quienes estamos a cargos de proyectar esa propia luz. ¿Cómo? Esta charla cuenta un poquito de mis inicios, de mis historias, también de mi paso por la música rock o pesada (que siempre fue algo que a mí me ha encantado, pero yo siempre tuve miedo de tocar). Ahí menciono que los tomates que pensé que llegarían nunca llegaron. Fue algo bastante divertido, introspectivo. Con la moraleja de que todos podemos reconstruirnos.

-¿Cuáles fueron tus sombras?

Como humano viví cosas muy fuertes, para bien o para mal. Siempre he pensado que me he sentido muy atraído a la oscuridad, en el sentido de que en la oscuridad hay creatividad, hay introspección, hay aprendizaje, también el tocar fondo... pero me considero un ser de luz. Uno que no vive en esa oscuridad, sino que toma lo que puede a su favor. Lo transformo, lo reinvento. Pero eso ha tardado años. Entonces supongo que al final todas las situaciones tienen esta oscuridad y luz. El tema es ver cómo lo haces constructivo. Con todo lo que me ha pasado te podría decir, por ejemplo.... soy drogadicto... cualquier cosa, pero no lo soy. Eso se debe a que tuve el acompañamiento de mi persona y de las personas que me rodean en base de un carácter que me costó forjar en todos estos años.

-Por ejemplo, creaste en ti un miedo a que conocieran tu gusto por el metal.

Era una suposición. Mi trauma cuando era morro era pasar por un grupo de personas, quizás de un estilo rockero o metal, y me dijeran “mira el de Kudai, pinche no sé qué...”. Había en mi cabeza una especie de nervio. Entonces ya más de grande iba a festivales y me tapaba la boca, parte del rostro. Tal vez nunca me hicieron nada, nunca se acercaron a empujarnos. Pero al mismo tiempo, yo nunca hice uso del “poder” de quien yo era para tomar ventaja. Por ejemplo, siempre que fui a un concierto de metal pagué mi boleto. Hacía mi fila y compraba mi ticket. Eso eventualmente hizo que mis amigos vieran todo esto. Yo no lo hacía por demostrar, solo decía que no tenía por qué tomar ventaja de eso. La gente siempre que se me acerca al día de hoy me dice “a ti te hemos visto siempre desde el inicio comportándote como la persona natural que eres”. Eso hizo que me yo me ganara eventualmente el respeto de las personas. Pero no había nada que ganar, nada que demostrar....

-Kudai regresa en 2016. ¿Qué era lo que más extrañabas?

El presentar tu arte en un escenario y ser aclamado. Parte de ser artista es saber que tu música genera un impacto en las personas. Tengo que ser honesto: cuando regresamos, yo principalmente tenía en mi cabeza el tema de tener un sustento económico, retomar cosas que me habían significado un buen momento en mi vida. Venía mi hija en camino y otras cosas. Por supuesto, todo estaba de la mano con el volver a los escenarios.

-El momento de alzar el teléfono, llamar a tus amigos y proponerles regresar significa también dejar el ego a un lado.

Sí. Quitándome el ego personalmente dije “¿qué es lo malo?”, “¿qué es lo peor que podría pasar si agarro el teléfono, les hablo a mis amigos y lo intentamos?”. Había de por medio varias aristas, temas de la antigua estructura de la banda que había que primero entender previo a poder accionar para poder relanzarnos. Afortunadamente todo jugó a nuestro favor.

-También pudieron haber rechazado la propuesta.

Sí, pero creo que todos estamos más o menos en el mismo camino. Al principio sí costó mucho porque éramos personas diferentes. A pesar de conocernos de toda la vida, somos diferentes y eso hizo que al principio fuera más difícil entendernos. Pero ya llevamos seis años o más de ese momento....

-¿Qué lugar ocupa Pablo en la banda?

Difícil pregunta. Creo que cada uno en la banda tiene un fuerte, una virtud que hemos intentado desarrollar a tal punto que cada uno tenga una responsabilidad diferente en el proyecto. Yo, por mi parte, prefiero siempre estar como alguien que tiene una visibilidad general. Afortunadamente la experiencia que me ha brindado permanecer en México todos estos años en la industria me ha permitido tener una experiencia que ha sido bastante bien recibida por ellos. Y yo sin tomarme atribuciones, pues me gusta siempre estar en todas las áreas del proyecto, independientemente de que cada uno tiene su responsabilidad dentro del mismo.

-¿Y tus compañeros?

La amistad de Kudai es algo que va a prevalecer por todos estos años. Cada uno tiene virtud. Tomás es más creativo; Bárbara es más estructurada; Nicole es un poquito más como el viento. Yo soy un poquito como de todo. Al final, la fusión de estos estilos hace que el proyecto sea ágil, pero también muy complicado porque tenemos que tomar en cuenta cuatro opiniones diferentes

“Cada uno tiene una virtud que hemos intentado desarrollar a tal punto que cada uno tenga una responsabilidad diferente en el proyecto”.

-¿El regreso es tal como lo soñaste?

Yo creo que en ese momento no tenía ninguna expectativa. En un inicio me hubiera gustado que todo fuera como lo es ahora. Somos un proyecto que está evolucionando y tiene mucho que aprender de la nueva industria. Si bien nuestro público es bien fanático y se atiene mucho a la nostalgia, la banda también tiene las ganas y la necesidad de poder mantenerse en el tiempo no solamente viviendo de sus canciones originales, lo cual es una valla bastante alta. Retomando lo que platicábamos, no cambiaría nada, porque al final lo que estamos logrando hoy en día como banda se lo debo también a esas adversidades y esos momentos en los que no nos entendimos, y al mismo tiempo a los momentos en los que más nos entendimos.

-¿Qué diferencias notables encuentras ahora en la industria?

Darme cuenta de que la música es algo, no fácil de hacer, pero sí con mucha exposición, muchos canales, maneras de poder triunfar. Que ahora el éxito de una banda no depende absolutamente de que seas un artista apoyado por una disquera. He visto a artistas empezar desde cero y crecer con los mínimos recursos. Entonces eso también te pone a replantear varios caminos para el proyecto. Si bien Kudai está apoyado y le agradezco a nuestra familia Sony y Bizarro, es un camino en el cual hemos ido aprendiendo juntos. La industria ha cambiado mucho. Nosotros empezamos en una época y nos hemos tenido que ir adaptando a las nuevas maneras para seguir manteniéndonos vigentes en el corazón de las personas.

-Pablo, ¿eres feliz?

Sí, estoy feliz. Siento que todavía hay mucho por hacer y eso es bueno. No veo la montaña como diciendo “ay, después de todo lo que hice me falta todavía una montaña más”. No, no. Nos gustan los retos... Recordemos que venimos saliendo de la pandemia, queremos tocar en vivo. Entonces estamos pensando en un disco nuevo para el siguiente año, una gira mundial... Entonces siento que estamos en un muy buen momento, con mucho trabajo por hacer. De parte mía y de mis compañeros hay muchas ganas.

- Durante su trayectoria Kudai ha realizado pocas colaboraciones con otros músicos. ¿Han pensado virar ese camino?

Kudai nunca se enfocó en hacerlo antes. Para este disco una de las prioridades es hacer colaboraciones porque sabemos que es una ayuda de expansión. Además de una estrategia contundente nos va a ayudar a poder llegar a nuevos oídos y nuevos públicos que no teníamos pensado. Por un lado, tenemos a artistas emergentes y también a artistas que son de nuestra época que siguen vigentes. Te podría decir Miranda, estaría increíble que pudiéramos colaborar con ellos...

-¿Qué estás escuchando, leyendo?

Consumo mucho anime, películas de ciencia ficción. Estoy leyendo un libro. Te cuento, yo voy a una congregación cristiana llamada Mas Vida. Estoy leyendo el libro de los pastores Andrés y Kelly. De música, mucho R&B ya que estoy trabajando también en mi proyecto solista para lanzarme el próximo año. Ya hice rock, ya hice pop me toca incursionar en algo solo para mí.

-¿Cómo llegaste a esta iglesia cristiana?

Voy varios meses yendo. Básicamente son pastores que tienen una manera de ver el cristianismo. Mi familia ha sido católica; sin embargo, en el último tiempo decidí acercarme a esta congregación cristiana porque comparto mucho su forma de pensar. Si bien tengo mi postura con el tema religioso, me gusta congregarme. Es un lugar donde hay mucha música en vivo, también me agradan las acciones que toma la congregación

-¿Te reconocen en la iglesia?

Sí y es normal que pase. Pero entendemos que todos vamos bajo el mismo estandarte: a escuchar la palabra de Dios. No es tan principal que yo esté ahí.

AUTOFICHA

- “Soy Pablo Holman. Con Bárbara, Nicole y Tomás nos conocimos como personas en 1999. En ese momento nuestra banda se llamaba de otra manera (CIAO). Cuando ya cumplimos 14 o 15, fue cuando decidimos cambiar a Kudai. Y así salió nuestra primera canción: ‘Sin despertar’”.

-“Consumo mucho anime, películas de ciencia ficción. También ahora estoy escuchando mucho R&B, ya que estoy trabajando también en mi proyecto solista para lanzarme el próximo año. Ya hice rock, ya hice pop; me toca incursionar en algo solo para mí”.

-“Voy a una congregación cristiana llamada Más Vida en México. Comparto mucho su forma de pensar. Si bien tengo mi postura con el tema religioso, me gusta congregarme. Es un lugar donde hay mucha música en vivo. Todos vamos bajo el mismo estandarte: escuchar la palabra de Dios”.

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Por Pablo Vilcachagua.

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