Opinión: Museo borrado, por David Flores-Hora

En 1970, en el catálogo de la muestra Galería de arte (Galería Cultura y Libertad), apareció una imagen icónica del arte peruano: El museo de arte borrado, de Emilio Hernández Saavedra. Esta fotografía intervenida no solo resumió la idea de vacío museístico, también determinó la vanguardia artística de ese momento.

Cuarenta y cinco años después, Juan Salas (Cusco, 1982), en la muestra Progresión geométrica de la Alianza Francesa (Av. Arequipa 4595), elabora un mapa conceptual del devenir de la imagen de Hernández Saavedra. La ausencia del museo resumió el apocalíptico momento previo a nuestra más grave crisis institucional y política. Salas plantea una apuesta conceptual, un interesante análisis bibliográfico y objetual del museo borrado. Aquí la galería se ha convertido en una gran infografía de las últimas cuatro décadas del arte peruano, donde un solo objeto –artístico– genera una serie de reverberaciones posteriores con distintas generaciones de curadores y artistas. Se trata de una apertura a lo contemporáneo desde una fotografía.