“Nunca tuvimos la idea de impactar con la vulgaridad de mostrar cadáveres, como en otras películas de este género, sino que buscamos crear empatía al mostrar la crudeza en la vida de estos personajes. Están en la sierra, abandonados, y la única empatía para conectar con el espectador es la pesadez por estar ahí, solos, año tras año”, comentó el director.