Los hermanos Manrique Rodríguez ganaron el primer lugar del Concurso Nacional Plata del Perú. (Foto: César Campos)
Los hermanos Manrique Rodríguez ganaron el primer lugar del Concurso Nacional Plata del Perú. (Foto: César Campos)

Parte de la historia de los Manrique Rodríguez se ha construido migrando hasta asentarse en , donde edificaron su prestigio en la platería. 

Sus abuelos maternos fueron artesanos en San Jerónimo de Tunán, en . Pero dejaron la tierra para construir su propia historia en Lima. No llegaron hasta el centro de la ciudad, sino pusieron la primera piedra en la periferia, en Chosica, entre el río Rímac y los rieles del Ferrocarril Central. Ahí nació July Manrique. Los padres de ella viajaron a La Oroya, donde nació George Manrique

Al final, la familia retornó a Lima. Y ahora los hermanos Manrique Rodríguez acaban de ganar el primer lugar del Concurso Nacional Plata del Perú, que se premia hoy en Trujillo. 

En la sonrisa discreta y su tono de voz se deja notar la timidez, pero en sus manos tienen talladas la técnica y el talento, lo que realmente importa. Y en sus palabras, una tradición familiar que merece ser conocida.

La pieza ‘Brillante y el Chalán Peruano’ obtuvo el primer lugar del concurso. ¿Por qué eligieron esa figura?
JULY (J): Como el concurso se dio en Trujillo, buscamos una pieza que represente a la ciudad. Nos gusta explorar en las tradiciones de cada pueblo.
GEORGE (G): Es una forma de rendirle un homenaje a la ciudad.

July, al ser la mayor, ¿fuiste la primera en trabajar con la filigrana?
(J): Todo empezó jugando, cuando éramos niños. Entraba al taller. Incluso, yo llegué a conocer a mi abuelita. Ella me llevaba a las ventas en Miraflores y en la avenida La Marina. Ella ha sido una de las pioneras en Chosica y, a raíz de eso, en esta zona hay cada vez más artesanos.
(G): Mis abuelos fueron de los pioneros de la platería y la filigrana en Chosica. Ellos llegaron hace 60 años. Tuvieron nueve hijos y la mayoría está metida en este trabajo. Somos la tercera
generación.

¿Qué tiene de especial trabajar con la plata?
(J):
Es una pasión, algo que se hereda, que está dentro de mí. Me trae recuerdos de las costumbres de mis abuelos. Es un trabajo en equipo.
(G): Cada vez que veo algo que me llama la atención, lo quiero sacar en plata. Es más, para el concurso quise sacar a César Vallejo, pero es bien difícil. Me faltó tiempo. Hacer la pieza ganadora nos tomó unos dos meses.

Hermanos Manrique
Hermanos Manrique

¿Cómo es el proceso creativo?
(G): El plano de cómo se hará lo hacemos los dos. En la ejecución, mi hermana empieza con el armado de las estructuras. Luego, se teje todo, como si fueran moldes. En el formado de la figura entro yo, con los rostros, los detalles, moldeado. También hay que estar inspirado para poder hacerlo mejor.

¿Y qué tan joven se empieza?
(J): A los 7 años mi mamá tejía y me daba hilo, y a modo de juego empezábamos a tejer. Mi hijo también ya teje. Es algo natural.
(G): Uno crece con esto en la casa.
(J): Eso sí, hay que tener mucha paciencia.

¿Se está perdiendo este oficio?
(J): Es que la filigrana no es bien pagada. No se valora el tiempo que demanda hacer estas piezas. Se desconoce mucho de este trabajo y por eso no se le da valor. Pero nosotros, además de crear estas piezas, le damos valor al combinarla con otras técnicas. Eso ha ayudado a que la filigrana se perciba mejor.
(G): Mi hermana comparte su tiempo entre el trabajo con la filigrana y su labor como profesora de educación inicial. Yo sí me dedico exclusivamente a este tema. Producimos y yo lo comercializo, viajo bastante. Nuestro objetivo es tener nuestra propia tienda.

Su maestro ha sido su tío Roberto Rodríguez Pomalaza. ¿Qué han aprendido de él?
(G): Siempre está buscando cosas nuevas, el desarrollo del taller.
(J): Él nos ha inculcado la constancia, el trabajo. Él nos ha enseñado muchas técnicas. Como mi tío ha estudiado ingeniería, le motiva buscar nuevas cosas. Todo eso nos ha transmitido.
(G): Quizá hay cosas que se aprenden en instituciones educativas, pero hay otras que se aprenden de manera diferente, como con mi tío, se aprende de una manera muy particular.
(J): También está la disciplina. Mi tío nos exige un poco más al ser sus sobrinos.

¿Se consideran artesanos o artistas, o ambos?
(J): Artesana. Para ser artista me falta todavía. El artista tiene un panorama más amplio. Es más completo en todos los aspectos.
(G): Hacemos piezas en serie.

Pero ustedes hacen piezas únicas, como las que han ganado en el concurso.
(G): Sí, para el concurso podría decir que nos ponemos en el modo artista (risas). Claro, porque le dedicamos más tiempo, definimos detalles. Hay un trabajo más minucioso. Pero participamos todos en la familia.

Más allá de si es arte o no, quizá su riqueza está en que se hace en familia, ¿no?
(G): Así es. En cada rincón de la casa hay herramientas. Convivimos con el trabajo mismo.
(J): Mis padres se sienten orgullosos por el premio que hemos ganado. Ya vamos ganando en cuatro concursos del Patronato Plata del Perú.

¿Qué retos se han planteado para seguir conservando esta tradición familiar?
(G): Quisiera que tengamos una tienda. Siempre me he visto como soy ahora. Estamos por ese camino.
(J): Me gustaría exportar, vender nuestras piezas directamente al público. También me gustaría que Chosica sea reconocido como zona de artesanos de la plata.
(G): Claro, uno va a Villa El Salvador y se sabe que es zona de venta de muebles. Si se hace un estudio, se llegaría a la conclusión de que acá en Chosica hay bastantes artesanos joyeros, plateros, orfebres. Incluso, hacer de nuestra casa-taller una especie de galería, museo, con las piezas que nuestra familia ha elaborado durante décadas.
(J): A nivel de joyería y platería, Chosica está a la par con Piura. Queremos ese reconocimiento.

AUTOFICHA:

“Soy July Milagros Manrique Rodríguez. Tengo 37 años de edad. Nací en Chosica. Desde muy niña crecí con mi abuela. Me llevaba como amuleto. Para mí era novedoso ver estos centros artesanales llenos de trabajos como los que hacíamos. Por el trabajo de mi mamá, me fui a estudiar a La Oroya, donde hice primaria y secundaria. En el año 97 estudié Ingeniería de Sistemas, pero no lo concluí. Tuve a mi hijo y empecé a estudiar Educación Inicial en La Cantuta”.

“Soy George Manrique Rodríguez. Tengo 30 años de edad y dos hijos. Estudié Administración, pero me quedé en el décimo ciclo, faltando cuatro cursos. Paralelamente, estaba trabajando en el taller de mi tío y en el noveno ciclo tuve mi hijo. Pero pienso retomarlo. Yo no conocí a mi abuela. Pero desde que tengo conciencia, jugaba con las herramientas. Hace seis años nos independizamos e hicimos nuestro propio taller”.