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José Luis Ruiz, actor: “Representar a Mateo Pumacahua ha sido un descubrimiento”
“Hubo peruanos que gritaron por esta causa de la libertad con pocos recursos”, dice uno de los protagonistas de ‘Los otros libertadores’, la nueva serie de Latina, que se estrena el próximo 28 de julio. Perú21 entrevistó a José Luis Ruiz.
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Vuelve a la televisión después de nueve años. Luego de grabar la telenovela Mi amor, el wachimán llegó el alejamiento involuntario de la denominada pantalla chica. Su retorno está pauteado para el 28 de julio próximo, día en que se estrenará la serie Los otros libertadores, día en que el Perú conmemorará los 200 años de su independencia.
Lleva 34 años en la actuación, pero quiso ser diplomático y recuerda las palabras de su padre, quien pretendía que el hijo sea médico. “Me hubiera gustado hablar muchos idiomas, pero en el fondo, en el fondo, quería dedicarme a ser actor”, me dice por teléfono con voz suave y pausada, una voz conciliadora, como la de un diplomático.
Bajo la piel fue su primer protagónico en el cine, llegaron los primeros viajes a festivales internacionales y su primer premio internacional. En San Sebastián se codeó con Al Pacino, Almodóvar y Sonia Braga. Cuando empezó en la actuación, tenía el sueño de ser el mejor y de pronto, en la segunda mitad de la década del 90, estaba ahí, acariciando el sueño.
José Luis Ruiz será un hombre de 40 años y el mismo hombre a los 70 años. Será Mateo Pumacahua en la producción de Latina. Es la primera vez que interpretará a un héroe peruano desde la ficción. Y es la primera vez que será parte de un estreno en medio de esta pandemia. Casi como volver a debutar.
-¿Cuánto sabías de Mateo Pumacahua?
De Mateo Pumacachua se conoce muy poco. Él tuvo que ver mucho con la captura de Túpac Amaru y tenía 40 años, casi la misma edad de Túpac Amaru. Y cuando toma la decisión de pasarse para el bando donde asumía la revolución, tiene más de 70 años y se junta con los hermanos Angulo. Entonces, representarlo ha sido todo un descubrimiento.
-Es un personaje de contradicciones.
Se trata de mostrar a los personajes en un contexto humano, no endiosarlos ni tampoco satanizarlos. Pumacahua era un cacique, un hombre que tenía cierto liderazgo en su pueblo. Siendo joven tenía anhelos y deseos para alcanzar ciertas cosas que no pudo conseguir en su tierra y, cuando vino la conquista, vio la posibilidad de alcanzar cierto nombre, cierto prestigio. Puede parecer algo oscuro, pero es la decisión que cualquier persona pudo tomar. Claro, quiso surgir en desmedro de su propio pueblo, porque se pasó al otro bando y luchó contra el mismo Túpac Amaru. Y después no pudo permanecer con todo lo que la corona le ofrecía porque, finalmente, era un indio y él sintió cierto desprecio y desvaloración; al final, teniendo liderazgo y muchos grupos de indios que lo seguían, al haber perdido sus privilegios, los hermanos Angulo entran a tallar y él ofrece sus servicios. Seguramente pensando en mantener esos privilegios, digo yo.
-¿En la vida podemos separarnos entre buenos y malos, héroes y villanos?
No usaría esos calificativos. Es una cuestión bastante humana. Son seres humanos que se han visto arrastrados por las circunstancias. Si somos buenos o malos, depende de las circunstancias. Lo que sí es cierto es que hay una injusticia de parte de quienes vienen a explotarnos, a quitarnos la libertad y esclavizarnos.
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-¿Hoy que todas las miradas están enfocadas en 1821, por qué es importante ir más atrás y conocer este pasado?
La intención es poder destacar los inicios de los actos revolucionarios, porque todo se pinta hacia San Martín y Bolívar, pero hubo peruanos que gritaron por esta causa de la libertad con pocos recursos.
-A Netflix acaba de llegar El último bastión y se dice que Los otros libertadores podría ir también. ¿Las series históricas son un nicho que el Perú aún no ha explotado, pese al gran potencial?
Entre 1997 y 2000 el Perú era una plataforma a nivel mundial con las producciones de América Televisión. Recordemos Leonela, Luz María, Pobre diabla, etc. Esas novelas se distribuyeron a nivel mundial. Capacidad para realizar y talento para interpretar los tenemos. El equipo está, la gente está. Yo espero que sigan estas producciones porque somos un país muy rico en historia.
-¿Ser actor es un acto heroico en el Perú?
Yo creo que sí. Por ejemplo, en los colegios no hay promoción para asistir a los teatros o llevar obras de teatro a los colegios. No hay tantas posibilidades de la gran masa para poder acceder al teatro. No hay beneficios, estamos totalmente desprotegidos. Mira cómo están terminando los artistas de la televisión.
-Pero se dice que el artista es bohemio y no ahorra.
Hay una mistura. Depende de cada quien. En mi caso, soy una persona ordenada, trato de hacer una carrera de esto, conozco mi condición y soy previsor. Tengo una casa, por ejemplo, que con el esfuerzo de mi trabajo he podido realizar. Ni siquiera me compré un carro, lo primero que hice fue mi casa. Pero, al margen de eso, no hay ayuda para el artista. Estamos hablando de personas que hacen un trabajo digno. La gente cree que artista solo es Melcochita, Barraza, Susy Díaz y La Tigresa del Oriente. Pero hay artistas profundos, con una visión social de llevar cultura a diferentes lugares, esos artistas están abandonados.
-¿Por qué elegiste la carrera de actuación?
Diría que está en las venas. Tengo una familia de cantantes, mi padre quiso ser actor y no pudo. Mi mamá cantaba en las radios, pero no llegó a destacar. Tengo dos hermanos que son músicos y viven de eso. Entonces, me dediqué a esto desde el año 87 y nos ha dado muchas alegrías.
-Empezaste en un momento duro para el país.
No había miniseries, no había telenovelas. Creímos que podíamos alcanzar ciertas cosas.
-También quisiste ser diplomático y tu forma de hablar es muy diplomática. ¿De dónde viene esa paz en tus palabras?
Trato de conciliar. También soy creyente en Dios. Soy seguidor de Cristo. No soy religioso. Eso me da el equilibrio para llevarme bien con todos los demás.
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-¿Qué es ser actor?
Me da la posibilidad de crear y eso, de alguna u otra manera, me permite acercarme a Dios. Dios es un creador.
-¿Te acercaste a Dios por algún episodio personal o siempre estuviste con él?
Cuando me dediqué a ser actor, me propuse llegar a ser el mejor. Y pude trabajar en Bajo la piel, una película dirigida por Francisco Lombardi. Fui considerado el mejor actor latinoamericano en un festival de Brasil. En el Perú, ese año, me consideraron mejor actor. Esa alegría me duró un mes. Después me di cuenta de que me faltaba algo más. Y tuve ese encuentro con Dios y él me dio la estabilidad y tranquilidad. He aprendido a aceptar el tener y no tener, porque son procesos en la vida. Es una vorágine de metas y cosas que te meten en la mente y no tienes tiempo para poder disfrutar ni siquiera un almuerzo con tu madre que quiere conversar contigo, y le dices “no tengo tiempo, mamá”. Ya no valoro tanto las cosas, sino a las personas, y las buenas relaciones que debemos tener, porque al final siempre vas a necesitar de los seres humanos.
AUTOFICHA:
- “Soy José Luis Martín Ruiz Barahona. Nací un 19 de marzo, en Lima. Estudié Actuación en la Escuela Nacional de Arte Dramático y también en el taller de Roberto Ángeles; soy de la primera promoción del maestro Roberto Ángeles”.
- “Vengo trabajando desde el año 87, imagínate. Debo haber hecho más de 20 telenovelas, más de 15 miniseries, varias series de televisión y dos protagónicos en dos películas, Bajo la piel, dirigida por Francisco Lombardi, y El premio, dirigida por ‘Chicho’ Durant”.
- “Soy cristiano creyente, he tomado las enseñanzas de Cristo para aplicarlas en mi vida y eso trato de comunicar. No acudo a ninguna iglesia. Soy un mensajero. Inicialmente, Los otros libertadores era para el Perú, pero la factura es tan buena que creo que están decidiendo seriamente venderla a Netflix”.
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