Este jueves 22 de junio, la nueva 2023 recibirá la posta de la top model Janet Leyva Rodríguez, quien ahora hace un balance de su año.

Estuviste viviendo en Estados Unidos, pero has vuelto a Lima.

Por temas de trabajo siempre he vivido fuera por varias temporadas. He hecho modelaje desde los 13 años. Y cuando me propusieron el Miss Grand International, ya tenía un largo tiempo recorriendo en pasarelas. Y bueno, tuve que pulir ciertas cosas de oratoria y pasarela, renovar mis looks y hacer nuevas fotos en mis redes sociales. Tuve el honor de recibir al dueño del Miss Grand International en mi coronación. Él llegó junto con la reina de ese entonces, quien era de Vietnam.

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También viajaste por todo el Perú.

Tuve que estar en todas las regiones por llevar las responsabilidades del Miss Perú. Visité municipalidades, di entrevistas, trabajé con ONG y fui jurado a la hora de elegir a las reinas regionales. Además, ayudé a formar a las modelos más jóvenes.

¿Cómo ves a las 12 finalistas?

Bueno, a algunas las conozco de tiempo porque hemos compartido pasarelas o sesiones de fotos. Entre las favoritas veo como a cuatro chicas. He podido ver cómo se desenvuelven, porque no se trata solo de ser modelo. Hay que mantener la humildad y la sencillez, porque eso no te quita lo digno. A muchas se le suben los humos.

Hay un trabajo de protocolo y códigos al representar a un país.

Ser atento o educado es también parte de la belleza. Hay que saber escuchar a la gente. Somos como embajadoras del Perú.

Perú está siendo muy mal visto en el extranjero últimamente. Ustedes, literalmente, dan la cara amable.

Exactamente. El Perú últimamente está muy inestable. Y nosotros podemos dar la cara y mostrar que no todo está mal. Que también suceden cosas buenas en Perú. Tenemos muchísimas cosas que ofrecer.

¿Has sentido esa carga? La responsabilidad de dar una imagen positiva del país. Algo que tiene consecuencias en turismo e inversión.

Claro. Aunque mi país esté en llamas, hay que dar la mejor versión del Perú y mostrar lo mejor que tenemos para ofrecer. A veces las noticias son muy amarillistas.

¿Qué características debe tener la ganadora?

Mira, por ejemplo, hay una que me gusta muchísimo. No voy a dar su nombre. Me encanta porque sabe competir. Siempre está atenta y dispuesta a hacer las cosas. Y eso dice mucho de una persona, porque todas quieren figurar o mostrar más. Fuera de su personalidad, me pareció supersencilla y humilde, además de manejar bien las expresiones y el lenguaje corporal. Es de las favoritas.

¿Cuál será tu agenda ahora?

Yo retrasé algunos contratos que tenía afuera. Me iba a ir en 2022 a Italia porque mi madre vive allá. Así que lo postergué. Así que ahora retomaré los trabajos de modelaje en alta costura. Igual esta experiencia me ha servido muchísimo para crecer como persona y mejorar mi confianza. Mi talón de Aquiles era la oratoria. Por más hermosa y espectacular que te veas, si no trabajas la mente no vas a transmitir lo que dices con seguridad y confianza.

Entraste al modelaje para ser más segura.

Desde pequeña crecí rodeada de músicos y actores. Ya medía 1.78 a los 13 años y a veces los chicos eran crueles con una. Los chicos me decían de todo y eso me hizo perder seguridad. Caminaba encorvada y tenía la autoestima muy baja. Mi mamá me metió a deportes. Y luego me metió al Miss Teen Model y lo terminé ganando en 2011. Tenía 14 años. Y luego llegué al Lima Fashion Week en 2012. Y ahí terminé dentro de casi todos los desfiles. Luego desfilé en Miami y Nueva York. Y ahí empecé a viajar más, por ejemplo a China y Dubái. Y salieron los contratos. Y luego en 2018 me llevaron al Miss Perú, que es muy distinto.

Recibiste algunos ataques por ese cambio.

Tuve que cambiar porque en el modelaje una luce la ropa. En cambio, en el Miss Perú una se luce más. He sufrido de bullying cibernético. Se inventaron cosas mías por internet por subir a algunas favoritas y bajarte a ti. Esa es la parte más frívola: en tu cara te dicen una cosa y por atrás te atacan pésimo. Me criticaban mi cuerpo porque soy delgada, por ser gigante (1.82 m) y por ser modelo de alta costura. Y para el Miss Perú pedían piernas más grandes. Me decían “alienígena”, “cuerpo raro”… me querían hacer sentir mal. Eran muy crueles. Me decían que no lea, pero a veces era inevitable. Y luego me enteré de que había chicas que se creaban cuentas falsas para fomentar ese tipo de cosas. Eso me ayudó a abrir los ojos y saber con quién juntarme.

Últimamente, los certámenes están cuestionando estereotipos de belleza.

Me parece superbien. Los certámenes siempre se han usado para dar un mensaje. Algunas misses también dieron testimonios sobre desórdenes alimenticios y eso ha servido de motivación para mujeres que han pasado por lo mismo. En el Miss Universo pareciera que todas son iguales; pero si te fijas bien, todas son distintas y tienen un tipo de cuerpo único. Pero como son bellas, uno no se da cuenta. Hay bellezas de todo tipo y de todos los colores.

AUTOFICHA

- “Soy chalaca, pero vivo entre Miraflores y el Callao. Mi familia es de Bellavista, pero siempre estoy en mi agencia. Desde los 13 años he trabajado como modelo de alta costura. En 2018 quedé en el top 5 del Miss Perú. Luego gané el Top Model of the World en Egipto”.

-”A mis 24 años representé al país en Indonesia. He sido imagen de marcas como Adolfo Domínguez, Ágatha Ruiz de la Prada, Max Mara, Mara Hoffman, Custo Barcelona y Naeem Khan”. También participó en desfiles como el New York Fashion Week.

“Este jueves 22 le entrego la corona a mi sucesora, una de las 12 finalistas: Luciana Fuster, Pía Requejo, Zuliet Seminario, Fairus Oré, Michelle Choque, Mayra Messa, Nicolle Tassara, Brenda Serpa, Alejandra Espino, Anahy de la Colina, Sheyla Zúñiga y Carla Ramos”.



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