El ají (uchú en quechua) es la piedra angular, el mayor emblema de expresión en la cocina peruana. No concebimos una cocina marina, criolla, regional, novoandina, familiar, de negocio, antigua, auroral o de la infancia sin la participación de este capsicum. Es el ají el producto que nos da ventaja infinita en relación con otras cocinas del mundo. La experiencia y la sapiencia de nuestras cocineras abren diversas formas de empleo; puede ser en crudo, cocido, deshidratado, chancado, rehogado, molido, en rodajas, en láminas, entero, en salsas, soasado, el ají siempre encuentra el momento de hacer gozar y transmitir sazón. Y si es trabajado entre piedras, en batán o con mortero, la intimidad se hace hogareña.