Christopher Acosta, autor de ‘Presidentes por accidente’. (Foto: Martin Pauca).
Christopher Acosta, autor de ‘Presidentes por accidente’. (Foto: Martin Pauca).

¿Dónde estaba Christopher Acosta el 7 de diciembre de 2022? En Madrid. Eran horas de la noche y de pronto, recibió un mensaje de WhatsApp algo confuso. “Hijo, Castillo se ha dado un golpe”. Estaba en la calle, detuvo su andar y revisó las redes sociales. Entendió que se trataba de un golpe de Estado. Se puso nervioso. “Tuve una sensación de ansiedad. Quería estar acá (en Lima)”, recuerda. Se comunicó con el canal de televisión donde trabaja y habló con el equipo de investigación. Golpe, detención, vacancia y nuevo presidente. En cuestión de horas Pedro Castillo dejó el poder y asumió . Esa madrugada casi no pudo dormir.

Aquel nuevo tránsito político —vertiginoso y crítico— es parte de su reciente libro Presidentes por accidente. Castillo y Boluarte. Corrupción, golpe y suerte, bajo el sello Aguilar de Penguin Random House. Obra que hoy será el centro de la conversación en el Hay Festival Arequipa, entre Christopher Acosta y nuestra directora Cecilia Valenzuela. La cita es al mediodía, en el Instituto Cultural Peruano Alemán.

El autor de Plata como cancha. Secretos, impunidad y fortuna de César Acuña me recibe en la sala de su departamento. Nos sentamos. Sobre la mesa de madera que nos separa solo hay un objeto: un corazón que parece un cerebro o un cerebro que parece un corazón, del tamaño del puño de una mano.

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Qué curiosa esta escultura. ¿Podría ser signo del trabajo que realizas?

El periodismo es bien apasionante. Pero lo tienes que practicar con absoluta racionalidad, con equilibrio y midiendo el impacto de lo que puedes publicar.

Vamos al caso de la presidenta Dina Boluarte. ¿Qué nos dice la foto donde luce tomada de la mano con Joe Biden mientras suben una escalera y ella mira a la cámara con una singular sonrisa?

Claramente, al no tener una valoración local, Boluarte está buscando una valoración internacional.

¿A la fuerza?

La imagen es muy elocuente. Y ahora mira el lío en el que se ha metido: viajó diciéndole al Congreso que había sido invitada por Biden a tener una reunión bilateral y eso es falso. Siento que la foto expresa una desesperación por ser validada.

Pero qué osadía hacer eso a costa de uno de los hombres más poderosos del mundo.

Sí… Lo de Boluarte es sintomático, porque ella siente que necesita literalmente sujetarse de algo.

El libro de Christopher Acosta.
El libro de Christopher Acosta.

La imagen también nos puede decir que está subiendo la escalera rumbo a una cima y cuando llegue ahí empezará la caída.

Ella se está jugando el todo por el todo porque sabe que después de esto, se le viene un futuro muy incierto. Cuando se le acabe la presidencia, ¿quién la va a defender? Ella no tiene una bancada, no tiene un partido, ni siquiera tiene respaldo popular. El libro la retrata como la mujer que no podía irse. Es una persona que tiene una predilección por acumular poder y no puede dejar ir las cosas. Y la foto es claramente una muestra gráfica de esa necesidad de sujetar algo… Yo creo que esa foto pasará a la historia. Una foto rarísima, maquiavélica.

¿Ella es así?

Yo creo que el país conoce menos a Boluarte que a Castillo. Y el libro tiene como premisa “oye, hay que conocer quién es esta señora que, de pronto, nos gobierna”. Boluarte es una persona que necesita acumular poder, es una persona que ha sido incapaz de renunciar a cargos, incluso, sin ninguna importancia o cargos honorarios. Ella evita renunciar a la presidencia del Club Apurímac, evita renunciar a un cargo de oficinista en Reniec; una vez convertida en ministra y vicepresidenta no renuncia, sino que pide licencias; eso te dice mucho de una persona que, además, probablemente tenga pocas expectativas en sí misma, ¿no? Retener cargos chiquitos dice mucho de la inseguridad que tenga de sí misma y sus capacidades.

Es alucinante este dato que subrayas en el libro: un 7 de diciembre de 2021 Dina dijo que no abandonaría a Castillo y el mismo día de 2022, ella jura la Presidencia.

Eso es delicioso. Y lo dijo en Juliaca: ‘Si se va el presidente, yo me voy con él’. Y el 7 de diciembre de 2022 la ves jurando el cargo a la Presidencia. Y días después empezó una matanza horrible de ciudadanos en Juliaca. Es hasta tenebroso. Boluarte ha sido capturada por el poder y el círculo de Alberto Otárola, y no desde ahora. Castillo y Boluarte se convierten en presidentes sin tener ninguna experiencia previa en el Estado. Boluarte conoce a Cerrón y a Perú Libre de una manera anecdótica: Perú Libre no tenía en Lima un local de partido y alquilaban un local para sus asambleas, y era el local del Club Apurímac, donde una señora muy amable les alquilaba el local; entonces, Cerrón conoce a Boluarte y cuando hay que armar la plancha fue como “nos falta una mujer, pongamos a la señora del alquiler”. Parto de eso en el libro: de cómo las circunstancias terminan haciendo que los dos se conviertan en presidentes casi en contra de su voluntad.

¿Qué tienen en común Castillo, Dina y Acuña?

Los tres han sido denunciados por plagio (risas). En los tres hay la necesidad de construir un historial de capacidades y de intelectualidad que no tienen.

Nos indigna todo ello, pero son síntomas de cómo somos.

Tenemos las denuncias de profesores con títulos falsos, las universidades bamba. Personas que inscriben a sus niños en colegios privados que no tienen licencia del Minedu. Vivimos en una sociedad donde no hay que preguntarse si algo es bamba, sino si algo es cierto.

AUTOFICHA:

-“Soy Christopher Acosta Alfaro. Tengo 40 años. Nací en Chiclayo, pero me terminé de educar en Trujillo. Estudié Periodismo en la UPAO de Trujillo, donde nace un poco mi predisposición por investigar a Acuña. Me vuelvo periodista el mismo año que Acuña es alcalde”.

-“Acuña era un personaje riquísimo: el millonario que se convierte en alcalde, que le quitaba la alcaldía al Apra y que inmediatamente convirtió a Trujillo en su chacra. Parecía ‘acuñalandia’. Y desde entonces investigo a su entorno y a él, y antes del libro publiqué muchos temas”.

-“En Trujillo trabajé un año como periodista, en La Industria. Por una beca estudié un programa en Georgetown University por cuatro meses y luego vine a Lima a trabajar. Pasé por el Instituto Prensa y Sociedad, la revista Poder, El Comercio y Latina, donde hoy soy jefe de la Unidad de Investigación”.

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