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¿Por qué el hongo del Cordyceps no puede afectar a los humanos? Aquí cinco razones científicas
Tranquilo, no nos volveremos zombies y aquí tienes cinco razones por las que este apocalipsis solo es parte de la ciencia ficción de ‘The Last of Us’.
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El Ophiocordyceps unilateralis o simplemente Cordyceps, como se ha hecho ya famoso, es el hongo responsable de uno de los apocalipsis zombie más interesantes y pegados a la realidad que ha engendrado la ciencia ficción. Lejos de los virus típicos a los que uno está acostumbrado, la idea de un hongo que existe en la realidad y que ya convierte en zombies a los insectos, fue un gran acierto de los guionistas del aclamado videojuego ‘The Last of Us’.
Esta gran historia de supervivencia consiguió tantos galardones y reconocimientos en el rubro de los videojuegos, que su paso a convertirse en alguna serie o película parecía lógico, pese a la maldición que afecta a todos los videojuegos que pasan a la gran pantalla. Sin embargo, para satisfacción de sus fans, esta fue la excepción a la maldición, gracias a la mano experimentada de Neil Druckmann.
La serie plantea una visión ya conocida por todos: El mundo, tal como lo conocemos, ha colapsado debido a un brote zombie originado, a diferencia de otras historias similares, por el hongo evolucionado del Cordyceps. Esta situación obligará a la humanidad a resguardarse en grandes refugios e intentar sobrevivir no solo a la infección, sino a la naturaleza violenta del ser humano, que pierde su humanidad ante situaciones extremas.
Sin embargo, esta gran historia ha despertado una pregunta frecuente entre los amantes de este tipo eventos posapocalípticos: ¿Puede el hongo del Cordyceps convertir en zombie a una persona? La respuesta corta es no, pero a continuación te explico cinco razones para que dejes de preocuparte.
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EL CALOR
El primer obstáculo a sortear por el hongo es justamente mencionado al inicio de la serie de HBO Max. Los hongos son formas de vida saprófitas, es decir, se alimentan y crecen sobre materia orgánica en descomposición, incapaz de producir calor. Por este motivo, los hongos se han adaptado a crecer en un rango de temperatura más bajo, que ronda los 25-30° centígrados, en comparación a los 37° que usualmente tiene el cuerpo humano. Una variación pequeña de temperatura les impediría sobrevivir, al no activarse sus enzimas especializadas y adaptadas a sus alimentos carentes de vida.
La respuesta que ofrece la serie a este problema también es válida. El calentamiento global ha despertado la preocupación de varios investigadores que consideran que se puede estar gestando toda una generación de hongos resistentes al calor. Sin embargo, si queremos un apocalipsis con hongos, estos tendrían que volverse resistentes, no a la temperatura usual de nuestro cuerpo (37°) sino a la temperatura máxima a la que justamente podemos llegar como respuesta a las infecciones: la fiebre.
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NUESTRO SISTEMA INMUNE
Suponiendo que resistan al calor superior a 40° de una fiebre, el hongo tiene otro obstáculo importante y quizá el más eficaz con el que cuentan los humanos: su sistema inmune. Como ya mencioné, el Cordyceps afecta específicamente a insectos y una cosa es tratar con el sistema inmune de estos animales y otra muy distinta es tratar con el sistema inmune supercomplejo del ser humano. Nuestra inmunidad adaptativa es altamente eficaz, al detectar y actuar de manera específica contra un patógeno, además de tener memoria, una habilidad que nos hace más fuertes a una amenaza mientras más nos enfrentemos a ella. Los insectos o carecen de este tipo de inmunidad o está pobremente desarrollada, una debilidad perfectamente aprovechada por el Cordyceps.
Somos muy resistentes a la inmensa mayoría de los hongos. De los casi 1.5 millones de especies estimadas de hongos que existen, apenas un aproximado de 150 especies provocan enfermedades en los humanos y en su mayoría afectan a la piel o los genitales. Las muy pocas veces que los hongos pueden ser considerados peligrosos es cuando atacan a personas inmunodeprimidas, es decir, las afectadas por enfermedades previas como el sida o el cáncer.
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NEUROFISIOLOGÍA DIFERENTE
Ok, el Cordyceps consiguió sobrevivir a nuestra fiebre y por alguna razón nuestro sistema inmune no consigue frenarlo. Aquí surge otro problema para el hongo del apocalipsis: nuestro sistema nervioso. Los insectos tienen un sistema nervioso mucho más simple que el de los humanos, lo que hace que sea más fácil para el hongo controlar su comportamiento. Además, los insectos tienen un exoesqueleto duro, pero fácil de penetrar para el hongo, mientras que los humanos tienen piel y tejidos más blandos que no son tan fáciles de penetrar.
Muchas de las estructuras cerebrales que el hongo tendría que controlar para volvernos zombies (movimientos, sentidos, equilibrio) son prácticamente inaccesibles sin provocar la destrucción de otras que también son esenciales para lograr su objetivo. Además, solo para conseguir el movimiento, en apariencia más sencillo, de un dedo, el hongo requeriría infiltrar varias cortezas nerviosas a lo largo de todo el cuerpo. Y ni hablar de los sentidos que le permitan al zombie identificar infectados, de no infectados.
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ESPECIFICIDAD DEL HUÉSPED
Los hongos Cordyceps son altamente específicos en cuanto a los insectos que pueden infectar. Cada especie de Cordyceps está especializada en infectar un tipo específico de insecto, lo que significa que no pueden infectar, incluso, a otros insectos o a otros animales, como los humanos. La especificidad del huésped es una característica común en muchos parásitos y es una de las razones por las que no pueden infectar a otras especies.
El Ophiocordyceps unilateralis no se refiere a una sola especie de hongo, sino a todo un grupo de distintas especies. Cada una de estas ha evolucionado para infestar a una única especie de insecto, al punto de que si infestara al insecto equivocado, a lo mucho le generaría la muerte, pero no conseguiría el efecto de zombificación. Esto se debe a que los hongos han desarrollado adaptaciones que incluyen enzimas y proteínas específicas que les permiten penetrar en el exoesqueleto de los insectos y controlar su comportamiento. Los humanos no son huéspedes naturales para el Cordyceps, por lo que el hongo no ha desarrollado adaptaciones específicas para infestarlos.
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TENEMOS MEDICAMENTOS
Quizá el principal ‘talón de Aquiles’ en el argumento del videojuego y la serie de televisión es este punto. Cientos de años de desarrollo médico han generado un arsenal de fármacos muy eficaces para controlar y curar las infecciones por hongos. Por lo que, si el Cordyceps lograra sortear todos los obstáculos antes mencionados y lograse adaptarse en una versión capaz de infestar a los humanos, siempre podemos contar con un tratamiento médico lo suficientemente potente como para matarlo.
Además, los hongos Cordyceps que se utilizan en la medicina tradicional china y otros productos a base de estos, se cultivan en laboratorios y están sujetos a estrictos controles sanitarios para garantizar que estén libres de patógenos y otros contaminantes. Esto significa que es muy poco probable que los hongos Cordyceps que se utilizan en estos productos puedan infectar a los humanos.
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En resumen, el hongo Cordyceps es altamente específico en cuanto a los huéspedes que puede infectar y ha evolucionado para infectar a los insectos, no a los humanos. Además, los humanos tienen diferencias fisiológicas importantes que los hacen resistentes a la infección por este hongo y por último, han desarrollado la medicina capaz de hacerle frente a cualquier infestación fúngica. Por lo tanto, es poco probable que los humanos sean infectados por el Cordyceps en condiciones normales y prácticamente imposible que este nos vuelva zombies.
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Con información de National Geographic, BBC, Medline, NIH.
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