La eficiencia de la productividad humana es un gran reto en todo el mundo, ya que la mayoría de personas enfrentan una difícil batalla a la procrastinación, el hábito de postergar actividades o situaciones que deben atenderse para sustituirlas por otras acciones más irrelevantes o agradables.
Las investigaciones neuronales dieron a conocer las diferencias que existen en la forma en la que el cerebro de los procrastinadores está estructurado: las regiones neuronales relativas al autocontrol y a la regulación emocional no parecen funcionar de forma normal.
Tanto es así que en incluso se pueden activar los mismos sensores del mismo sentimiento de dolor en el cerebro. Para un matematicofóbicos el solo hecho de pensar que hará operaciones matemáticas activa una parte de su cerebro, el cortex insular, que produce dolor.
Por supuesto, el reto de cambiar el funcionamiento de estas regiones lo tiene el autocontrol. Resolver los problemas o las actividades para tener un resultado beneficioso a largo plazo.
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