una vez más vuelve a sorprender. se ha convertido rápidamente en todo un fenómeno popular. Su peculiar trama que ha dejado a más de uno sorprendido, ha ocasionado que rápidamente se posicione entre lo más visto de varios países.

Después de “Battle Royale” y otros títulos en los que sus protagonistas entablan una brutal rivalidad con la promesa de un gran premio, “El juego del calamar” es una serie de nueve episodios que funciona muy bien como sádico pasatiempo, pero también tiene una vertiente de crítica social que eleva más el resultado final.

La premisa de esta serie creada, escrita y dirigida por Hwang Dong-hyuk, quien tardó más de una década en conseguir que alguien se interesase en sacarla adelante, es tan sencilla como atractiva: 456 personas aceptan formar parte de un juego, ya que a cambio pueden conseguir un premio que les permite enderezar sus vidas. El problema es que se trata de una competición a vida o muerte.

MIRA: Quiénes sobrevivieron a los juegos mortales en “Squid Game”, la nueva serie de Netflix

Esto lleva a una fuerte aparición de violencia en “El juego del calamar”, pero aún se incorpora a la ordenada estética visual que tiene Dong-hyuk . El uso del color que a través de la dirección y edición, especialmente en todas las escenas del juego sádico fuera de todo, es más gris, algo claramente deliberado. Es ahí cuando se encuentra ante una obra más estilizada que sabe cómo integrar la acumulación de cadáveres y la violencia explícita sin llegar a caer nunca en el mal gusto.

Para conseguir engancharte, Dong-hyuk se basa en tres elementos primordiales:

  • La diversión.
  • La emoción.
  • El suspenso.

Asimismo, es hasta cierto punto inevitable que “El juego del calamar” entrara en la oposición entre ricos y pobres, con los últimos poco menos que condenados a una vida horrible que están dispuestos a arriesgar por la posibilidad de dejar de serlo.

VIDEO RECOMENDADO:

Tráiler de "Toy Story 4". (Fuente: YouTube/ Disney Pixar)
Tráiler de "Toy Story 4". (Fuente: YouTube/ Disney Pixar)