El quinto episodio de la última temporada de trajo consigo caos, destrucción y mucha muerte. Pese a que la Fortaleza Roja se había rendido, no pudo controlar su rabia e incendió toda la ciudad a costa de sangre de inocentes. 

llegó a Desembarco del Rey junto a Sandor 'El perro' y cuando entraron al palacio, el último le dijo que se fuera, que él terminaría con Cersei que no tenía por qué sacrificar nada. Ella al inicio se negó, pero luego le agradeció y dio media vuelta. 

Afuera todo era muy caótico, Drogon lanzaba fuego a diestra y siniestra. Los ciudadanos morían calcinados o aplastados por las estructuras que les caían encima. Arya corría sin parar junto a otros que intentaban escapar de la locura de Daenerys. 

En varios momentos Arya cayó y tropezó hasta que fue ayudada por una mujer con su hija. Minutos después, el fuego no la dejaba ver. Terminó herida echada boca arriba y llena de polvo. Con la poca fuerza que tenía se reincorporó y encontró a un grupo de personas escondidas en un inmueble, Arya les dijo que debían salir de ahí o morirían. Logró convencer a la mujer que la había salvado antes. 

Pero todo fue en vano. El fuego los alcanzó. Arya Stark sobrevivió y como si el destino la resguardara, un caballo blanco se paró cerca a ella. La heroína de la guerra contra los caminantes blancos montó el caballo y se fue. En su rostro solo había amargura e incredulidad por el actuar de Daenerys Targaryen. 

Tal vez, la 'Madre de dragones' se sumará a su lista, pese a que reconoció frente a Sansa que necesitaban de su fuerza para vencer. Ahora el panorama ha cambiado definitivamente, ni siquiera Jon Snow la seguirá.