Bridgerton, segunda temporada: razones para seguir viéndola [RESEÑA]

Estrenada en 2020 en la plataforma de Netflix, Bridgerton; basada en las exitosas novelas con el mismo nombre de Julia Quinn, es una serie romántica de época ambientada en la Inglaterra Regente.

Volvemos a centrarnos en los amoríos y desventuras de la familia Bridgerton y sus conocidos, además de nuevos personajes. La trama gira en torno a Anthony Bridgerton (Jonathan Bailey), el primogénito y joven patriarca de la familia; que está en la edad de elegir la esposa ideal para un matrimonio fortuito. Aunque Anthony no está entusiasmado con la idea, ya que prefiere ver el concepto del matrimonio como una proposición económica más que como una fantasía amorosa. Será la llegada de las encantadoras hermanas Sharma, Edwina (Charithra Chandran) y Kate (Simone Ashley); lo que le hará cambiar de idea. Mientras tanto, las observadoras cartas de la misteriosa Lady Whistledown siguen causando furor entre la alta sociedad; para la satisfacción de la joven Penélope Featherington (Nicola Coughlan), quien escribe en secreto. Pero la inconforme Eloise Bridgerton (Claudia Jessie), hermana menor de Anthony, no se conformará hasta saber la identidad de la autora.

Los actores destacables de esta temporada son Ashley y Bailey, quienes nos deleitan con su radiante química en cada escena que comparten. Desde su primer encuentro, somos testigos de una larga y emocionante danza donde cada uno desea acercarse más al otro, pero la etiqueta de la época y sus responsabilidades los bloquean. Anthony inicialmente se propone a Edwina, y Kate es recelosa de las verdaderas intenciones del vizconde con su hermana. Cuanto más interactúan, descubren el deseo latente entre los dos. Anhelamos junto a ellos cada mirada que comparten, cada momento donde sus dedos llegan a contactar. Otra interpretación destacable es Coughlan, que representa la dualidad de su personaje con facilidad; pudiendo cambiar entre sus dos facetas: la insegura Penélope y la elocuente Lady Whistledown.

Los mismos elementos que destacaron en la primera temporada vuelven a sobresalir aquí. El vestuario resplandece, jugando con colores y patrones atrevidos para demostrar la opulencia de la época. El elenco multiracial también destaca, con la inclusión de dos actrices de origen indio al reparto principal, y ese aspecto añadido a los orígenes del personaje en el guion, con referencias constantes a la India y la incentiva de Kate de volver ahí. Y el romance entre Anthony y Kate, ya descrito anteriormente, es exquisito en su pasión; llegando a rivalar los grandes romances de este género, como Jack y Rose o Elizabeth y el Señor Darcy.

Un elemento nuevo de esta temporada que difiere de la primera es la omisión del sexo. Un elemento radical en la primera temporada, aquí solo aparece en pequeñas partes, y en una satisfactoria escena como culminación del romance principal de esta temporada. Aunque algunos espectadores verán la falta de erotismo como un punto en contra, no es del todo malo, ya que sirve para enriquecer el romance y culminar el desarrollo de esa trama. Al estar la audiencia a la espera, se sentirán tan satisfechos como nuestros protagonistas una vez que liberan sus pasiones, tras horas y horas de expectativas y tensiones. Murmuraremos “¡por fin!” una vez que se dejan de pretensiones y excusas y se juntan en un apasionado beso.

Aun así, la segunda temporada de Bridgerton carga con los mismos dilemas y sentimientos que deleitaron a audiencias en sus comienzos. Viendo a los personajes debatir sus deseos reales frente a la estricta sociedad inglesa y las expectativas que conlleva es tan emocionante como la primera vez que fuimos testigos de ello. El detallado vestuario y escenografía solo enaltece cada escena con profundidad, ayudando a las audiencias a integrarse apropiadamente en el ambiente de este mundo. Si te gustó la primera temporada no te puedes perder esta. Y si es tu primera vez viendo Bridgerton, no te defraudará.