Hwang Dong-hyuk hizo su debut cinematográfico con la película “My Father” en 2007 (Foto: Hwang Dong-hyuk / Instagram)
Hwang Dong-hyuk hizo su debut cinematográfico con la película “My Father” en 2007 (Foto: Hwang Dong-hyuk / Instagram)

Bastaron solo unos meses para que “” se posicione como una de las series más vistas en la historia de Netflix. En los primeros días de estreno “Squid Game” rompió todos los récords habidos, haciendo que la producción se vuelva en un fenómeno mundial. Aunque, quizás este éxito no ha dejado ver a los espectadores más allá y no saben todo lo que tuvo que pasar el creador de la obra, , para terminar de escribir la historia.

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Muy por el contrario de lo que puedan pensar los seguidores de “El juego del calamar”, el creador de la serie es un hombre que no es rico ni nada que se le parezca. El propio productor asiático ha manifestado que es un ciudadano común y corriente, aunque tampoco ha permitido que puedan indagar sobre su vida privada.

Pese a las millonarias ganancias que se ha obtenido por la repercusión que ha provocado “El juego del calamar” en todo el mundo, el cineasta surcoreano, manifiesta que solo se le ha pagado de acuerdo a los establecido en su contrato. “Netflix no me está pagando un bonus sino que me ha pagado según el contrato original”, dijo en alguna oportunidad, Dong-hyuk.

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Tráiler de “El juego del calamar”
Tráiler de “El juego del calamar”, serie surcoreana de Netflix

CUANDO HWANG DONG-HYUK TUVO QUE VENDER SU LAPTOP PARA SOBREVIVIR

Antes de que sea reconocido en todo el mundo por su obra cumbre en Netflix, Hwang Dong-hyuk ya había sido galardonado con algunos premios en Seúl. Él estudió periodismo en la Universidad Nacional y tras un par de cortometrajes descubrió que esa sería la dirección que debía darle a su carrera, desde el mundo de las comunicaciones.

Haciendo sus primeros ‘pinitos’, el aprendiz de cineasta descubrió por aquel entonces que podía utilizar al séptimo arte como herramienta para “cambiar el mundo”. Luego, su vida continuó en Los Ángeles, en donde no perdió mucho tiempo para estudiar un máster en producción cinematográfica, el cual aprovechó para seguir haciendo cortos sobre temas sociales.

El cineasta asiático contó que tras debutar en la pantalla grande con “My Father” empezó con lo que fue una verdadera travesía: la historia de “El juego del calamar”, la cual comenzó a escribir desde el 2008. Este nuevo proyecto al inicio no fue nada fácil para el productor surcoreano, pues tuvo que lidiar con los estragos económicos que lo llevó inclusive a vender su laptop.

“Admito libremente que tuve gran inspiración de las historietas cómicas y animación japonesa a lo largo de los años. Cuando comencé, estaba en dificultades financieras yo mismo y pasé bastante tiempo en cafeterías leyendo cómics como ‘Battle Royale’ y ‘Liar Game’. Me empecé a preguntar qué pasaría si tomara parte en estos juegos yo mismo, señaló Hwang Dong-hyuk a ‘Variety’.

Cabe decir, que la exitosa serie de Netflix se parece mucho a los contenidos que vemos en “Battle Royale” o “Los juego del hambre”; en ambas el patrón se repite: un sistema que condena a las personas a una competencia sangrienta, en donde el premio más allá del dinero, es seguir viviendo.

Hwang Dong-hyuk concibió la historia que se convertiría en "El juego del calamar" en 2008 (Foto: Youngkyu Park/Netflix)
Hwang Dong-hyuk concibió la historia que se convertiría en "El juego del calamar" en 2008 (Foto: Youngkyu Park/Netflix)

CÓMO NACIÓ LA HISTORIA DE “EL JUEGO DEL CALAMAR”

El realizador de la serie basó el argumento en la idea de lo que hace la gente por dinero. De paso, como en sus primeros cortometrajes, aprovechó su espacio para hacerle una crítica a la sociedad, en donde todo lo que tiene que ver con fortuna se ha convertido en lo que más importa.

Quería escribir una historia que fuera una alegoría o fábula sobre la sociedad capitalista moderna, algo que muestra una competición extrema, de alguna manera como la competición extrema que es la vida. Pero quería usar al tipo de personajes que encontramos en la vida real”, agregó el realizador.

Al ver que los protagonistas eran personas comunes y corrientes, esto hizo que los retos del juego sean los que tradicionalmente se practican en Corea, con lo cual esto dejaba que el espectador solo se concentre en el drama humano.

Para el 2009, el guion de “El juego del calamar” ya estaba listo aunque ahora el problema era cómo empezar a producir la serie. “En ese entonces, parecía demasiado diferente y violento. Había gente que pensaba que era demasiado complejo y no era comercial. No pude conseguir suficiente inversión y el casting fue difícil. Estuve dándole vueltas durante un año, pero entonces tuve que ponerlo en pausa”, recordó.