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“Pasión de gavilanes”: el motivo por el que Natasha Klauss terminaba llorando en varias escenas
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Natasha Klauss siempre será recordada por su papel de Sarita Elizondo en “Pasión de gavilanes”, una de las telenovelas colombianas más populares de América Latina. El éxito de la ficción catapultó a la fama a la actriz y le permitió ganarse el cariño del público en toda la región.
“Pasión de gavilanes” fue creada por Julio Jiménez y se emitió entre 2003 y 2004 convirtiéndose en un fenómeno televisivo. El melodrama conquistó a la audiencia de Venezuela, Chile, Panamá, Puerto Rico, China, España, Israel, Rusia y Perú, solo por mencionar algunos países.
La historia de amor de las hermanas Elizondo y los hermanos Reyes marcó a toda una generación y convirtió a sus actores, entre colombianos y de otras nacionalidades, en figuras del entretenimiento internacional.
Aunque ya han pasado casi 20 años desde que se estrenó “Pasión de gavilanes”, la audiencia aún recuerda con cariño esta historia y, tras su llegada a Netflix, aún se sigue hablando de esta producción. Aquí te contamos uno de los secretos detrás de esta exitosa telenovela.
“PASIÓN DE GAVILANES”: POR QUÉ NATASHA KLAUSS TERMINABA LLORANDO DURANTE LAS GRABACIONES DE VARIAS ESCENAS
Natasha Klauss interpretó a Sarita Elizondo en “Pasión de gavilanes”. Ella era la más estricta de las tres hermanas, no le gustaba acercarse a los hermanos Reyes pero estaba enamorada de Franco, con quién termina casándose.
Durante las grabaciones de “Pasión de gavilanes”, los actores que formaron parte de este proyecto demostraron su disciplina y talento para lograr que las escenas salgan lo mejor posible y que la telenovela sea de calidad.
No es ningún secreto que los actores pasan largas horas grabando, repitiendo las escenas una y otra vez hasta que queden perfectas. Incluso, los intérpretes y equipo de producción tienen que trabajar sobre tiempos y de madrugada.
En “Pasión de gavilanes” esto no fue la excepción, pues las exigencias de la producción eran cada vez mayores a medida que se acercaban a los capítulos finales, ya que existía el riesgo de no cumplir los plazos establecidos.
Según “Publimetro México”, Natasha Klauss contó cómo las escenas nocturnas eran grabadas en exteriores. La actriz colombiana reveló que resultaba difícil filmar pues, en ocasiones, había demasiada neblina y debían esperar a que pasara para continuar el rodaje. Esta situación les hacía perder tiempo y extender las horas de trabajo de esa jornada.
Por otro lado, el tema de montar a caballos fue un reto para la actriz. A pesar de que el elenco de “Pasión de gavilanes” recibió clases de equitación, ella no perdía el miedo a cabalgar y sufría mucho cuando tenía que realizar escenas con caballos.
La misma Natasha contó que había momentos en los que se bajaba llorando del caballo y tenía que superar su ataque de nervios lo antes posible, pues se acercaba otra escena y debía volver a montar al potro.
Otro gran reto para Natasha fue tener que pasar tanto tiempo sin ver a su hija que, en aquel entonces, apenas tenía tres años de edad. La actriz confesó que la deprimía estar tanto tiempo alejada de su pequeña y lloraba de vez en cuando.
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